Esta web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar la visita, aunque en ningún caso se utilizan para recoger información de carácter personal.

Política de cookies

Historia de Algarrobo

Diputación de Málaga
Algarrobo

Historia de Algarrobo

El río Algarrobo atraviesa esta localidad, que se extiende por los montes axárquicos situados al este del valle del río Vélez, y que llega al mar por la estrecha franja costera que va desde Mezquitilla a la Caleta de Vélez.

Precisamente, es en el Morro de Mezquitilla donde se han encontrado las primeras evidencias de asentamientos urbanos en el término, que datan de la Edad del Bronce. Pero los yacimientos arqueológicos más interesantes se encuentran ubicados en la Necrópolis de Trayamar, compuesta por un conjunto de tumbas que se extiende desde la finca Trayamar hasta un cerro cercano y que datan del siglo octavo antes de Cristo. Son, sin lugar a dudas, unas de las más importantes reliquias histórico-artísticas de Europa en lo que concierne a la civilización fenicia.

Más tarde llegaron los árabes, concretamente los miembros de la tribu bereber Beni Tumi, quienes dieron nombre a la sierra de Bentomiz, además de impulsar la economía y valor de la zona con la producción de pasas, higos, almendras y la confección de la seda. Ellos son los que configuraron su geometría urbanística actual, con recovecos y desniveles.

Hacia finales del siglo quince la villa de Algarrobo pasa a manos de Doña Catalina de Ribera, quien se tiene que enfrentar a la rebelión de los moriscos que se salda con la expulsión de éstos y el repoblamiento de la zona por familias cristianas. Estos hechos, según el historiador Juan Jesús Bravo Caro, que se llevaron en un área de fuertes pendientes (zona suroccidental de las Sierras Tejeda y Almijara), supuso una seria dificultad para la actividad agrícola, que era la ocupación determinante de la época. Pero, junta a esa área abrupta, también estaba el valle del río Algarrobo, que sería el lugar apropiado para los cultivos más exigentes.

Destaca, en el pueblo, la pintoresca plaza de la Gloria, desde la que se puede observar, por un lado, un paisaje de fantasía agrícola, y por otro, el propio interior del municipio, como la ermita de San Sebastián, la Iglesia de Santa Ana y la torre almenara del siglo quince.

A pesar de su nombre, en el término municipal de Algarrobo encontraremos cultivos tan dispares como tomates, aguacates, fresones, viñedos u olivares.