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Historia de Gaucín

Diputación de Málaga
Detalle salamanquesa decoración fachadas, Gaucín

Historia de Gaucín

El origen del asentamiento en el término de Gaucín es romano, aunque es con los árabes cuando el núcleo urbano adquiere su mayor esplendor. Fueron, por tanto, los romanos quienes construyeron la fortaleza que los árabes reformarían más tarde y en cuyo entorno creció el pueblo. Precisamente, esta edificación defensiva, hoy en ruinas y abandonada, se levantó sobre la peña que da nombre al pueblo: Sair Guazan o roca fuerte.

Por su estratégica situación, en la Sierra de Hacho, dominadora de una de las principales vías de penetración en la Serranía, Gaucín fue una de las plazas más difíciles de conquistar por los Reyes Católicos. Cuenta Pascual Madoz que en 1488 el rey Fernando el Católico dejó en el pueblo una guarnición pero que los habitantes (musulmanes) cansados del señorío de los cristianos los mataron. Los otros moros de la comarca, para demostrar que ellos no tuvieron que ver con el hecho y por temor a ser castigados, cercaron Gaucín, acudiendo el marqués de Cádiz y el Conde Cifuentes a recobrar la plaza, haciendo esclavos a todos los que no pasaron a cuchillo.

Durante la invasión napoleónica, los galos arrasaron la ciudad y asesinaron a cuantos vecinos encontraron a su paso como represalia a las tropelías de los bandoleros a sus ejércitos.

Su entramado urbanístico es laberíntico, con calles estrechas, limpias y empinadas de las que nunca se sabe con certeza cuál será el punto final. Puede ser la calle Arrabales o el castillo del Aguila, a cuya sombra, como decíamos, se construyó la ciudad. Y no se puede negar la organización árabe, en la época de decadencia, en forma de "T" invertida. Sin embargo, hoy en día la presencia de edificios modernos es importante dada la gran cantidad de extranjeros que se han quedado a vivir en este bello pueblo y que aportan una gran diversidad cultural. Paseando por el pueblo encontraremos el castillo del Aguila, la iglesia de San Sebastián, el reconstruido convento Carmelita (1704), o la fuente de los seis caños. Y en muchas de sus viejas casas, rejas en las balconadas y ventanas del siglo dieciséis y diecisiete de las que cuelgan hermosos geranios.

Ubicado en el Valle del Genal pero oteando al Peñón de Gibraltar y, en los días claros, a Africa, Gaucín es un territorio muy atractivo para aquellas gentes que gustan de la Naturaleza. Más del 50 por cien de su término municipal es una gran masa forestal. Progresivamente se está abandonando la agricultura y se está centrando en nuevas alternativas, como el turismo. Y es que este pueblo fue "descubierto" por los ingleses como lugar de descanso hace ya dos siglos. No obstante, también ayuda a la economía local su ganadería de porcino de cebo.