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Historia de Alfarnatejo

Diputación de Málaga
Alfarnatejo

Historia de Alfarnatejo

Alfarnatejo es un pequeño pueblo ubicado en la zona norte de la Axarquía de Málaga, y dista de Vélez-Málaga unos 36,5 kilómetros, aproximadamente. Su ubicación, a 925 metros sobre el nivel del mar, le ha merecido la denominación popular de "Los Pirineos del Sur". El contraste entre la piedra y la húmeda vegetación, da como resultado un espectacular paisaje que no podemos dejar de visitar.

Los alrededores del municipio lo constituyen picos de más de mil metros de altura, como son el Pico del Chamizo, de 1.637 metros, al oeste; y al este el pico del Gallo, de 1.556 metros y el de Vilo con 1.412 metros. Este paraje es único en la provincia de Málaga, su complicada orografía y su lejanía de la capital convirtieron estos contornos en un auténtico hogar para bandoleros de siglos pasados.

El núcleo urbano, en el que conviven apenas 500 habitantes, forma un agradable y tranquilo poblado, donde no falta alguna típica calle merecedora de atención. Lo más destacado es su iglesia, del siglo dieciocho, conocida como la parroquia del Santo Cristo de la Cabrilla.

En el entorno de Alfarnatejo encontramos los Tajos más espectaculares de la provincia: el de Gómer, el de Doña Ana y el Alto del Fraile. En el trayecto desde Colmenar hacia Alfarnatejo por la carretera comarcal 340, el campo ofrece una variada gama de color integrada por encinas, cereales y olivos. También podemos apreciar, en los montes que se extienden hasta la Sierra de Tejeda, pequeños cortijos blancos diseminados.

La historia de Alfarnatejo parece remontarse a tiempos prehistóricos. En el desfiladero del río Sabar han sido descubiertos varios yacimientos neolíticos. Y al sur, en el Tajo Gómer, de unos 1.129 metros de altitud, se han hallado objetos de uso doméstico a los que los arqueólogos atribuyen más de 5.000 años de antigüedad.

La evolución del municipio de Alfarnatejo siempre ha estado ligado al pueblo vecino de Alfarnate. Debió ser una alquería en tiempos de la dominación musulmana que nació al calor del castillo de Sabar, cuyas ruinas aún se conservan en la cima del Alto del Fraile. La primera referencia escrita que existe de Los Alfarnates (Alfarnate y Alfarnatejo) data del siglo décimo, cuando se le menciona como "alquería de fuerte producción de harina": de ahí su nombre. Sin embargo, la consolidación del núcleo como "puebla" tiene lugar tras el paso de las tropas cristianas, allá por 1487, procediéndose a la repoblación de estas tierras por los colonos venidos de otros puntos de la región entre 1489 y 1490. Y hasta el siglo dieciocho, ambas villas viven históricamente ligadas, momento en que se desligan en dos municipios.

Alfarnateños y alfarnatejos comparten una misma y singular leyenda, de la que provienen sus respectivos motes: "palancos y tejones". El origen de la misma hay que situarla en el antiguo camino de caballería que enlazaba ambas poblaciones, en el cual había una gran piedra que se interpretaba con que era el límite entre ambas poblaciones. Cuentan que una gran tormenta la hizo rodar y fue a colocarse en medio del camino, impidiendo su uso. Para reabrirlo acordaron que los de Alfarnate llevaran palos para hacer "palanca" y los de Alfarnatejo palas y picos para socavar la tierra (de ahí lo de "tejones") para que ésta rodara por sus propios medios. Finalmente venció la propuesta de Alfarnatejo y la piedra rodó hasta el cauce del río donde actualmente, dicen, permanece.

Su monumento más querido es el de la iglesia del Santo Cristo, del siglo dieciocho, ya que lo consideran como un símbolo de la escisión con su vecino Alfarnate.