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Real Fábrica de Naipes de Macharaviaya (Patrimonio industrial)

Diputación de Málaga
3. Calle Real. A la izquierda los cuatro edificios que quedan de la fábrica de naipes (1)

Real Fábrica de Naipes de Macharaviaya (Patrimonio industrial)

C/ Los Naipes, 5
CP 29791
Otros lugares culturales > > Fábrica

Datos Generales

- Interés patrimonial de la obra: Medio
- Interés paisajístico de la obra: Alto
- Estado de conservación: Bajo
- Tipo de obra: Fábrica de la época del Barroco-Ilustración situada a lo largo de una calle.
- Etapa de la Gran Senda: Etapa 2. Rincón de la Victoria-Vélez-Málaga.
- Localidad: Macharaviaya
- Época: Siglos XVIII-XIX
- Autor/empresario: Los mecenas de la puesta en marcha de la Real Fábrica de Naipes de Macharaviaya fueron los hermanos Gálvez, sobre todo José y Miguel, que intentaron situar en su villa de origen un motor de desarrollo importante. El asentista y responsable de la construcción y puesta en marcha de este gran proyecto de la Ilustración fue el técnico y empresario italiano Félix Solesio.

Situación y accesos

La Real Fábrica de Naipes de Macharaviaya se encuentra en el centro de dicha villa, en la calle Real y junto a la iglesia parroquial de San Jacinto. Se sitúa a lo largo de dicha calle, en la parte de la izquierda, en el mismo lado de la iglesia. El entorno de la fábrica de naipes es de gran belleza al estar integrada en una villa típica de la época de la Ilustración, construida gracias a sus mecenas, la familia de los Gálvez.

Datos técnicos

La fábrica de naipes de Macharaviaya no se corresponde con el diseño monumental de otros edificios similares como pueda ser la Fábrica de Tabacos de Málaga. Se trata de una construcción fabril erigida a lo largo de una calle, la calle Real, plenamente integrada en el casco urbano. Una torre, hoy desaparecida la diferenciaba del resto de la población. De todas formas, no es un caso excepcional ya que en el Barroco era normal la tipología de fábrica construida a lo largo de una calle. Un ejemplo puede ser la fábrica de pólvora de Málaga en forma de vía urbana con edificios construidos a un lado y otro de la calle Salitre de aquel tiempo.

Estado actual

El estado actual de los edificios de la antigua fábrica es poco apreciable por su transformación actual en viviendas y por el mismo hecho de ser construcciones con pocas características “fabriles” dado su propio origen como fábrica de tipo barroco a lo largo de una vía pública. Sus interiores también se encuentran muy transformados.
No ha quedado nada de sus elementos técnicos, aunque las colecciones de naipes tanto originales como en reproducción abundan en museos y colecciones particulares. Algunas se pueden ven en el Museo de los Gálvez de Macharaviaya.

Historia

La venta de naipes funcionaba en España y sus colonias por el sistema de estanco, que establecía un monopolio por el cual se beneficiaba la Real Hacienda. José y Miguel de Gálvez decidieron situar la real fábrica de naipes que llegarían a América, en su villa natal, Macharaviaya. Con ello se beneficiaba a esta localidad con puestos de trabajo y realización de obras. El asentista contratado, Félix Solesio, debía montar la fábrica en seis meses. Se construyó un edificio capaz para 200 operarios, oficinas, enseres y utensilios fabriles, además de viviendas para los empleados. En 1776 se puso en marcha la producción y exportación.
La fábrica tuvo muchos problemas para poder arrancar y empezó con problemas y productos defectuosos. Además, la falta de capital endeudó sobremanera al asentista Félix Solesio. Todo se complicó después con la Guerra de la Independencia, que paralizó la producción y trajo como consecuencia el cierre en 1815. Aunque después se pensó en su reapertura, todo terminó a partir de 1820 con la independencia de los países iberoamericanos.

Más información

Aunque el actual edificio no destaca por sus características arquitectónicas sí lo hace por su importancia histórica en el desarrollo del municipio.

La Real Fábrica de Naipes de Macharaviaya era propiedad de la familia Gálvez, familia formada por cinco hermanos quienes participaron en la aventura americana. Ésto abrió una vía de comunicación entre el Nuevo Continente y el municipio hasta el punto de que se le conociera como el pequeño Madrid.

De esta manera, la Real Fábrica de Naipes de Macharaviaya ostentó el monopolio de este producto para su venta en América hace dos siglos. Su producción se cifraba en 30.000 mazos anuales, fabricados con un papel especial que se adquiría, inicialmente, en Barcelona y Génova, aunque, algunos años después, el papel pasó a elaborarse en Benalmádena. Sin embargo, respecto a esa producción, algunos expertos aseguran que la mayor parte de ella jamás llegó a su destino, por lo que las barajas se pasaban meses en los puertos de Cádiz y Málaga donde acababan pudriéndose a causa de la humedad. Y que las partidas que desembarcaban en Las Indias tenían tan mala calidad que no compensaba el precio tan caro que se hacía pagar por ellas, ya que se consideraban artículo de lujo.

Como los costes de almacenaje, transporte, distribución y comercialización corrían a cargo del Estado, éste incrementaba el precio en un 15 por ciento. Por ello se ha dicho que el monopopio de Macharaviaya era relativo pues los naipes de contrabando hacían estragos en Perú, Nueva España (México), Argentina, Puerto Rico y Cuba.

El desequilibrio entre producción y comercialización acabó sumergiendo a la fábrica en una enorme crisis, la cual llevó a la Real Hacienda española a reducir la producción y el precio, medidas que no sirvieron de nada. La Guerra de la Independencia (1808-1814) y las epidemias dieron la estocada final al negocio. Una Real Orden de 1815 puso fin al mismo, autorizando a fabricar naipes en todo el Reino.

Poco después se subastó el edificio y las instalaciones, al que corresponden los números actuales del 15 al 23 de la calle Real de Málaga. Con los años el edificio quedó convertido en viviendas, parcelando su interior. Se adjudicó por 60.000 reales y había costado al Estado más de 530.000.

Las cartas eran elaboradas en papel-cartón presentando diferente grosor, dibujos (estrellas, conchas y dados) y colores en el reverso (azul, rojo o verde).

Cómo llegar

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