Especie ligada a los humedales. Presente en marismas, carrizales y canales de agua con abundante vegetación. Utiliza aguas tanto dulces como salobres y evita humedales con niveles de agua fluctuantes. En la Península Ibérica es un reproductor escaso y muy localizado. En Andalucía sólo está presente como reproductor en Doñana.

Ave divagante en Málaga, donde aparece sólo de forma esporádica y probablemente como individuos en dispersión. No es una especie migradora, aunque fuera de la época de cría realiza movimientos buscando humedales más favorables. Costumbres crepusculares o nocturnas. Como reproductor es polígamo (un mismo macho mantiene nidos con varias hembras). Puestas de 3 a 7 huevos. Nidos en el interior de los carrizales. No suelen abandonar la densa cobertura vegetal inundada donde también buscan su alimento, que consiste en pequeños crustáceos acuáticos, peces y anfibios.

Es un ave rara y poco frecuente en Málaga. Las observaciones de avetoro en la provincia se producen generalmente entre finales del invierno y la primavera (sobre todo entre abril y mayo). La mayoría se localizan en humedales como la Laguna de Fuente de Piedra y las desembocaduras de los ríos Vélez y Guadalhorce (etapas 2, 17 y 35 de la Gran Senda). También se han detectados individuos en la zona de Teatinos de la capital y en el aeropuerto de Málaga. Difícil de observar debido a su discreción: sólo el típico reclamo que emite lo delata.

Los avetoros emiten un sonido muy diferente al de cualquier otra especie de ave. De hecho, es parecido a un mugido, grave y profundo, y que suelen producir cuando están en lo más profundo de la vegetación de la marisma. Si un ave muge como un toro es normal que se llame “avetoro”.