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Gran Senda de la Serranía de Ronda (GR 141). Etapa 03. El Colmenar - Benarrabá

Diputación de Málaga
Panorámica. Pg 77 Empezando la jornada. Miguel A. Mateos

Gran Senda de la Serranía de Ronda (GR 141). Etapa 03. El Colmenar - Benarrabá

Rutas A pie En bicicleta A caballo
Dificultad - Azul - Fácil
Acceso -

-Acceso a la etapa:

El inicio se ubica a la entrada de la barriada del Colmenar, viniendo por la MA-9300, junto con el cruce que va hacia la central de las Buitreras,eñalizado

- Inicio de la etapa:

Inicio de la barriada. Cruce con la central de las Buitreras y la MA-9300.

- Finalización de la Etapa:

Plaza del Cerro esquina camino del Lavadero en Benarrabá.

 

Duración - 8:00 horas
Longitud - 18730 Km
Rutas

1. El Colmenar - km 0

Situados en la travesía del pueblo, hemos de salir en dirección sur hacia la carretera de Gaucín (MA-9300). Enseguida llegamos al puente de hierro sobre el río Guadiaro. Desde el otro extremo bajamos hacia la orilla y avanzamos hasta franquear la angarilla que nos aleja del curso por un pequeño sendero que coincide con la Cañada Real de El Colmenar. Este primer repecho acaba en un carril cortado a la derecha por una cancela que lo separa de la carretera. Es insólito, a la par que aleccionador, hallar aquí un bidón de la sociedad de cazadores Las Lomillas, donde los escopeteros depositan los cartuchos; aplaudimos la idea, pues esta medida ayuda a no contaminar el suelo y evita el envenenamiento de la fauna, en especial de las aves. El sendero cruza la angarilla y sigue al frente. La altura ganada agrega al paño vegetal matas de lentiscos y descubre de oeste a norte un extraordinario panorama. Durante la época estival, se deja notar la fragancia del poleo, muy abundante en el bujeo.

Recorridos unos cientos de metros desde el último cruce, tropezamos con un par de angarillas, pasadas éstas superamos otra cuestecita y enseguida accedemos al monte público La Herriza, perteneciente al municipio de Gaucín.

2. Monte Público La Herriza – km 2,4

Dejamos atrás los pastizales arcillosos y accedemos al monte por medio de la consiguiente portilla. Torcemos a la izquierda junto a unos postes de la luz paralelos a nuestro camino. Por aquí se prodiga la encina con abundante matorral de matagallos, jaras y lentiscos. Después de tanto ascender, por fin llaneamos un rato, aunque la dinámica cambia al salvar otra alambrada; entonces rodearemos una casa de campo, bajo la sombra agradecida de unos portentosos quejigos. Como es de sospechar siempre buscamos los caminos a la izquierda.

La Cañada Real de Benarrabá interfiere en nuestro trayecto y por ella transitaremos en adelante hasta llegar a una curva del carril donde éste aparece cortado por una angarilla. Debemos sobrepasarla e inmediatamente después enfilamos un sendero a la izquierda que penetra en la densidad del alcornocal y afluye, tras un recorrido de pocos metros, a una pista que se inmiscuye en un bellísimo bosque de encinas, pinos, brezos y quejigos. Es necesario prestar mucha atención en este punto de la ruta para no despistarnos puesto que muy pronto tendremos que virar por una vereda bien visible que queda a la derecha, en el lugar donde proliferan el acebuche, la zarza, el palmito y el torvisco.

Pasamos más adelante junto a un manantial y junto a los restos de una calera, y gozando de la belleza del entorno forestal, nos situamos en el arroyo de la Mora. En paralelo al curso del arroyo, ascendemos hasta una angarilla, y enseguida llegamos a una intersección desde donde contiuamos la ruta a través una nueva vía pecuaria.

3. Colada del Camino del Molino al peso – km 4,8

En esta encrucijada abandonamos la Cañada Real de Benarrabá. A toda esta zona se la conoce como El Peso, pues la historia dice que aquí los serranos pesaban el palmito, el cual se recolectaba entre junio y agosto. El proceso exigía exponerlo al sol durante un mes para su secado; después se blanqueaba en un recipiente con azufre encendido. Posteriormente se cortaban en tiras de las que se sacaban los ramales para hacer pleitas. Al ser más moldeable que el esparto, se utilizaba para confeccionar sombreros, soplillos y seretes para higos. Estas y otras artesanías se prodigan hoy muy poco.

En el cruce del antiguo cortijo del Peso, tomamos el ramal izquierdo y subimos hacia una cercana cancela verde; posteriormente desembocamos en un carril principal proveniente de las proximidades del puerto del Negro, en la carretera MA-9300. Si se quiere repostar agua, la fuente del Peso se encuentra junto a la pista, a poca distancia, en dirección a la carretera. Del carril principal se desgaja el GR en franca subida. Una cadena impide el paso de vehículos, pero no el tránsito de personas. En el costado, un mosaico indica el acceso a la vía ferrata Sierra del Hacho. De la casa forestal, donde fenece el carril, nos separan 250 metros de fuerte subida.

4. Monte Público Zahara – km 5,6

Estamos junto a la casa forestal, en el monte público Zahara, perteneciente, como el anterior, al municipio de Gaucín. Nuestra senda atraviesa una angarilla y penetra en la densidad del monte. En adelante, descubriremos algunas tablillas de un antiguo equipamiento educativo que señalan el lugar donde crecen las distintas especies del monte mediterráneo. Después de atravesar una nueva angarilla, caminaremos otros 350 metros en leve ascenso hasta alcanzar Puerto Blanquillo, el cual se nos antoja como un perfecto mirador gracias a sus 746 metros de altura.

Apenas hemos recorrido 150 m. desde el puerto, cuando pasamos a la derecha del vallado por una portilla. Al sur divisamos la ladera del Hacho, a cuya cumbre se sube por un sendero señalizado, y un curioso mogote pétreo llamado Tajo Bermejo. Seguidamente descubrimos a un lado el hueco de una calera rodeada de matagallos, brezos, majuelos y rosales silvestres.

El horno de cal se encuentra en un hoyo circular de unos dos metros de profundidad y enfoscado de piedra en la parte interior. Proseguimos la marcha, circundando la ladera del Hacho, en cuya cumbre, aunque no se ve desde ese punto, crecen numerosas encinas. Si antes no era visible, ahora, desde un altozano con un poste eléctrico, alcanzamos a ver, al norte, el casco urbano de Cortes de la Frontera recostado en la falda de la sierra de los Pinos. Finalmente llegamos al puerto de los Hinojales.

5. Puerto de los Hinojales – km 7,1

De espectacular podemos considerar la panorámica que nos asoma al abigarrado casco urbano de Gaucín, con Sierra Bermeja cerrando el horizonte. Sobre el caserío se alza en una elevada peña el castillo del Águila, de origen romano. Uno de los hechos más renombrados de su dilatada historia se remonta a 1309, cuando reinando en Castilla Sancho IV, los cristianos intentan conquistar esta estratégica plaza. En la encarnizada lid muere D. Alfonso Pérez de Guzmán, conocido como Guzmán el Bueno, célebre, según la leyenda, por sacrificar a su hijo en manos enemigas, antes que sucumbir al chantaje durante el asedio meriní a Tarifa en el año 1294.

La vereda, empedrada en algunos tramos, desciende acompañada de muros de piedra y se va ensanchando conforme nos aproximamos a las parcelas de labor y casas de campo. Esta nueva posición nos deja ver el parque eólico cercano a Sierra Crestellina. Finalmente, la trocha se convierte en carril y trasiega entre olivos, almendros e incluso cerezos. Tras dejar a un lado una antena de comunicaciones, afluye a la calle Camino del Montoro y a la travesía de Gaucín, junto a la gasolinera.

6. Gaucín – km 8

El trayecto que hemos de seguir es bien fácil: la travesía de la A-369 en dirección este, por la zona en que Gaucín mira al Guadiaro. Tenemos que andar con suma atención pues no siempre existe arcén suficiente o acerado. Pasado el parque público Antonio Godino, hallaremos un panel informativo con los senderos de pequeño recorrido (PR-A) de la comarca rondeña. Algo más adelante, ya a las afueras del casco urbano, nos acercamos al mirador de Gaucín. Frente al mirador aparece el camino de la Umbria que así es como se llama el camino que vamos a pisar después de cruzar la carretera.

Avanzamos por el camino de la Umbría, entre encinas, olivos y algunas viñas, disfrutando de la vista del monte Hacho. Pronto nos topamos con la entrada a una finca. Finalmente nos desviamos a la derecha por un sendero que sube entre alcornoques y en paralelo a un vallado, con perspectivas desconocidas hasta ahora del macizo de Líbar y del valle del Guadiaro. El pago por donde discurrimos se llama La Lobería, en alusión a la presencia de este cánido en la Serranía de Ronda hasta fechas relativamente recientes. El trazo es maravilloso para patear, casi llano, dejando a los lados algunas veredas de acceso a las fincas colindantes, siempre bajo el frescor de los quejigos, algarrobos y alcornoques. Y podemos contemplar una rústica angarilla trabajada a la antigua usanza, con alambre y troncos de madera. Tras vadear un arroyo, llegamos a una cuesta y tomamos un ramal, más ancho, que surge a la derecha. Seguimos rodeando el cerro de la Lobería cuando, en el extremo noroeste del mismo, el carril vira al este y se topa con la cancela de acceso al monte Quejigo.

7. Monte Público Quejigo – km 11,4

Como en hitos anteriores, se pueden ver unas marcas de pintura azul, pero lo que más nos interesa es la fragosidad de este monte municipal de Gaucín, donde crecen vigorosos quejigos, alcornoques, pinos resineros y radiatas, además de un denso matorral de zarzas, erguenes, jaras, helechos y retamas. Desde la pista, al noreste vislumbramos la caseta del mirador ornitológico de África, ubicado en lo alto de un cerro cercano al cruce de la A-369 con la carretera que baja a Benarrabá. Dicha instalación permite disfrutar del vuelo de los buitres y de otras aves que utilizan los pasillos de los valles del Genal y Guadiaro en los periodos migratorios hacia, o desde, el vecino continente.

Los más observadores ya habrán advertido la presencia del castaño. A partir de ahora, estén prestos los amantes de la fotografía, pues gozarán contemplando, además de los referidos castaños, añosos quejigos y alcornoques dispersos por toda la banda. Otros 500 metros de caminata nos colocan en una importante bifurcación con una amplia pista procedente de la cercana A-369. Doblamos bruscamente a la derecha, y enseguida, tras cumplir con la pendiente, llegamos al paraje del Asalto del Cura.

8. Asalto del Cura – km 13,5

El lugar es idílico por la belleza vegetal proporcionada por castaños, pinos y quercíneas. Lo de Asalto del Cura tiene sus versiones. La más extendida refiere el abordaje sufrido por el párroco local a manos de unos bandoleros. Lo cierto es que en este lugar los vecinos de Gaucín suelen celebrar la velada de San Juan. De aquí surgen varios caminos que se adentran en el monte. Traspasada la cancela, accedemos a la A-369. En el llano, por la derecha, desemboca el camino PR-A 243 Gaucín-Benarrabá, con el que coincidiremos en adelante. A no mucha distancia, en dirección al pueblo, se sitúa a pie de carretera el mirador del Asalto del Cura.

Debemos cruzar la carretera A-369 y situarnos en el ramal de enfrente. Tras pasar una angarilla a la izquierda, abandonamos el camino por donde trasiega el PR-A 243, con el que confluiremos más adelante. Avanzamos en leve subida, casi en paralelo a la carretera y subimos a una loma donde cambia el panorama. Y allí aparece ell carril de acceso a los Montes de Propios de Benarrabá, cuyo inicio se localiza en la cercana venta de las Corchas.

9. Montes de propios de Benarrabá – km 15,3

Ahora ya podemos decir que estamos en la vertiente del Genal, más concretamente en la linde de los municipios de Benarrabá y Gaucín. Preciosa es la imagen de Alpandeire recostada al norte a los pies de los Riscos, un paraje donde el modelado kárstico propone formaciones pétreas prodigiosas; también se otea Faraján. Al este, Jubrique y Genalguacil. Más próximo y en la misma orientación se eleva el monte Porón, a cuyos pies yace Benarrabá, aún no visible.  Tenemos que discurrir por la loma del Coto, en dirección este, siempre en paralelo o cerca de la amplia pista.

Los Montes de Propios de Benarrabá, aunque fueron diezmos del ducado de Medina Sidonia, a partir del siglo XVIII pasan a ser de propiedad municipal. El principal aprovechamiento es el corcho que se extrae de los alcornoques o chaparros, como son conocidos en la Serranía. La ganadería de cabras y la montanera del cerdo también gozan de importancia económica en estos parajes así como los recursos cinegéticos: existen cupos para la caza del jabalí y el corzo, un pequeño cérvido que en estos predios halla uno de sus rincones favoritos en la Serranía de Ronda.

Llega un momento en que la loma se iguala en altura con el carril y descubrimos la entrada a la finca Bellavista. Más adelante el GR 141 vira a la derecha e inicia un descenso que nos abre la visión del Peñón de Gibraltar y del Jbel Musa, ambos considerados en la mitología griega como las columnas de Hércules, las que delimitaban hasta entonces el mundo conocido. Avistamos también las dos cimas del Paraje Natural Sierra Crestellina y virando al oeste aparece el Paraje Natural Reales de Sierra Bermeja y sus tres pinsapares recortados en el cielo.

Poco antes de pasar junto a la cancela de entrada a la finca La Corchuela, por el suroeste surge una bonita perspectiva de Gaucín y su castillo. Llevamos transitados 1,3 km desde que entramos en el municipio de Benarrabá cuando afluimos a un cruce importante. El carril principal, descendente, se ramifica para llegar a los parajes de Los Lobos, Los Pepes y Prado de la Escribana, todos a orillas del río Genal. El nuestro vira bruscamente a la izquierda y se encuentra más abajo con el PR-243 Benarrabá-Gaucín. Cercanos a la casa del Guarda, un par de hincos de color rojo y blanco indican el punto donde dejamos el carril en favor de otro más estrecho que se desprende a la izquierda. Una vez más, nos separamos del PR-A 243. Este nuevo tramo es de gran belleza, pues a los añosos chaparros, llamados en la zona ‘abuelos’, se unen bellísimos quejigos y tupidos helechales, conformando un bosque mixto de gran hermosura. Acabamos por afluir a otra pista y enlazar con el PR-A 243. Avanzamos en dirección al arroyo de las Veguetas, resguardado por una gran maraña vegetal, y hemos de enfilar la vereda marcada entre un quejigal puro hasta pasar una angarilla y vadear el referido arroyo.

10. Arroyo de las Veguetas – km 17

Desde la otra orilla del arroyo sube el sendero por una fuerte pendiente hasta que se topa con un carril de perfil más suave. El bosque de quercíneas va dejando paso a terrenos de labor y cultivos de cítricos, higueras, olivos y almendros. Desgraciadamente, las chumberas que jalonan el camino se ven muy  afectadas por la cochinilla del carmín, una plaga que hace estragos en todo el Valle del Genal.

11. Benarrabá – km 18,7

Tras acceder a la finca de la Gaspara, empalmamos en sentido ascendente con la pista asfaltada que de Benarrabá baja al Prado de la Escribana y sube a la carretera de Genalguacil. Luego debemos remontar en dirección a Benarrabá y acabar la etapa en la plaza del Cerro.

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