
Carrera de cinta en moto. Fuente de Piedra. Julio. Fiesta Singular
Declarada de Interés Turístico por la Diputación Provincial de Málaga.
Antes de visitar esta Fiesta Singular consulte la fecha con el Ayuntamiento o con la Oficina Municipal de Turismo de la localidad
La Carrera de Cintas en Moto es una variante de la Carrera de Cintas a Caballo, inspirada en las «justas y torneos» medievales.
Si la Carrera de Cintas a Caballo posee características especiales, la variante en moto goza igualmente de cierta singularidad, provocada precisamente por el empleo de una máquina en esta versión.
En lo que al juego o competición se refiere, está basado en el llamado «juego del aro», variante del juego medieval llamado «corrida de sortija». En ambos, el juego consiste en acertar a introducir la punta de una lanza, lanceta o pica, útil que ha ido variando de tamaño al paso del tiempo, en uno de los aros o anillas metálicas, que del mismo modo también ha ido disminuyendo su diámetro. Estos aros colgaban atados al extremo de una cinta, a su vez anudada con un falso nudo a un travesaño, lo que permitía que éste saltase sin dificultad cuando la lanza, lanceta o pica atravesaba el aro o anilla, topando con el guardamanos en la lanza o, por su forma cónica, en la pica, que en la actualidad es de unos 20 centímetros de longitud.
Desde su fundación a mediados del siglo XVI, el municipio de Fuente de Piedra ha venido celebrando estas carreras de forma ininterrumpida, a caballo o en cualquiera de sus otras modalidades, como es la de moto.
En 1898, un diario de la provincia recogía el carácter singular de las fiestas patronales, por su Carrera de Cintas a Caballo, añadiendo ya entonces, que éstas se venían celebrando desde tiempo inmemorial y constituían una atracción para los pueblos de la comarca. Con el mismo espíritu surge la Carrera de las Cintas en Moto. De mediados de los años 50 del pasado siglo ya conservamos imágenes del desarrollo de esta carrera. Será en la década siguiente cuando la Carrera de Cintas en Moto se imponga a las de «a Caballo», a consecuencia de la evolución técnica que viene experimentando la agricultura en su técnica de producción. En estas circunstancias, la cabaña equina viene sufriendo un drástico retroceso al prevalecer el tractor como vehículo de tracción y transporte en las labores agrícolas. Resultado de ello, ante la disminución de dicha cabaña y el auge de la motocicleta, durante años, estas relevarán al caballo en la competición que año tras año se viene celebrando con motivo de las fiestas patronales.
En cualquiera de sus modalidades, la carrera tiene lugar en la céntrica calle Ancha, marco incomparable para el desarrollo de la misma y palco inigualable desde el que seguir el avance de la competición con la máxima garantía de seguridad para los espectadores.
La Carrera de Cintas en Moto ha forjado su propia personalidad. He aquí algunas características que la hacen singular. A diferencia de otras versiones, la de moto cuenta con dos miembros por máquina. Uno ocupado del manejo y conducción de la motocicleta, en tanto que el compañero que hace las veces de «paquete», pica en mano, se concentra en conseguir la cinta.
Los festejos y Feria y Fiestas Patronales se celebran de tiempo inmemorial en torno al 8 de septiembre, festividad de la Virgen de las Virtudes, patrona del municipio. En 1970, a propuesta de varios miembros de la Corporación Municipal se consultó a los vecinos la posibilidad de segregar las fiestas de feria de las patronales, trasladando aquellas a un mes climatológicamente más benigno. Tras su aprobación, ese año de 1970 se inician los festejos de Feria en torno al 25 de julio, festividad de Santiago Apóstol, fiesta hoy conocida como Feria de Julio, que incorpora en sus actos la tradicional Carrera de Cintas en Moto, encabezadas por la recién nombrada Reina de las Fiestas y su Corte de Honor.
El festejo se inicia con el desfile de las manolas que suben por la calle Ancha, hasta acomodarse en el llamado «palco de manolas», sobre cuyo pretil colocan sus mantillas, ofreciendo una imagen digna de ver por su belleza y colorido. Y son esas jóvenes manolas de 18 años las que bordarán las cintas de seda que, con motivos propios del lugar (laguna, flamenco, fuente, templo, etc.), pasarán a ser el codiciado objeto de los participantes de la carrera.
La cinta, de seda y tamaño aproximado a 150 cm de longitud y 5 de anchura, queda rematada en flecos en uno de sus extremos, siendo el punto de arranque por el que es enrollada en uno de los carretes que conforman la guirnalda volante, dejando ver solo el inicio de la misma, a la que se ha cosido la anilla que ha de ser ensartada por la pica del participante. Es una guirnalda a modo de palenque o tendedero que cruza el ancho de la calle, la que contiene unos veinte o veinticinco carretes en los que se han enrollado las cintas bordadas que, a la vista, presentan la anilla que ha de ser ensartada con la pica por el compañero del conductor de la motocicleta. Si consigue introducir la pica por el aro, la cinta va desenrollándose ante la presión, mostrando su colorido al quedar desplegada y ondear al aire, ofreciendo un vistoso espectáculo. El participante que más cintas consigue recibe el trofeo de manos de la Reina de las Fiestas, haciendo entrega del segundo y tercer premio las Damas de Honor, quedando el resto de los competidores orgullosos de haber participado en tan singular y notable espectáculo.
Una multitud –en las últimas carreras estimada en torno a los 3.000 espectadores-, compuesta por los propios villafontenses, vecinos de pueblos de la comarca y otros puntos de la geografía nacional animan el ambiente. Terminado el espectáculo regresan a su hogar con el inolvidable y grato recuerdo del colorido, la vitalidad de los participantes, la potencia y el ruido de las máquinas y el clamor de los espectadores. Y cada año, la última semana de julio, en la calle Ancha de Fuente de Piedra se dan cita, propios y foráneos para disfrutar de su carrera de cintas en moto.























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