
Acantilados de Maro-Cerro Gordo
Paraje natural situado en la Costa Oriental de Málaga, en el municipio de Nerja. Ofrece un paisaje abrupto en el que las pequeñas calas alternan con los acantilados y las áreas de cultivo distribuidas en terrazas. Destaca la enorme riqueza de su fauna marina, siendo zona ideal para disfrutar del submarinismo.
Los Acantilados de Maro-Cerro son todo un espectáculo de la Naturaleza. En los días claros, al asomarse a uno de sus miradores, se puede contemplar la costa de África y disfrutar con las impresionantes vistas que ofrece.
La visita puede comenzar por el Balcón de Maro que está en la plaza de la Iglesia de las Maravillas. Maro, en el término municipal de Nerja, es un pequeño pueblecito típicamente andaluz muy conocido como enclave turístico.
Desde aquí se contempla la vega mareña y la Torre vigía de la Marquesa (siglo XVI) que fue construida, junto con otras cuatro, para defender el litoral de los piratas.
Saliendo por la N-340 en dirección a Almuñécar hay que ir en dirección a la Torre de la Marquesa o Torre de Maro, para ir a pie y ver el espectáculo natural de los acantilados.
Retomando la carretera en la misma dirección se ve como la Sierra Almijara se adentra en el mar: impresionantes acantilados y preciosas calas dan forma al paisaje. Hay miradores para parar y asomarse, pues no se puede llegar a las calas con coches u otros vehículos a motor.
Continuando se llega al desvío de Cerro Gordo desde el que se contemplan las mejores vistas de los acantilados y la costa malagueña.
Localización
Costa oriental de Málaga y occidental de Granada. Principal acceso: N-340.
Relieve
Este enclave ecológico cuenta con doce kilómetros de longitud entre las localidades de Nerja y de Almuñécar, se puede dividir en pequeñas calas, que están separadas unas de otras a través de barrancos, acantilados o con grandes rocas.
Se trata de un paisaje de relieve abrupto, en el que pequeñas calas alternan con acantilados y áreas de cultivo en terrazas. Son de tamaño reducido, ya que ninguna de ellas supera los quinientos metros, lo que las convierte en rincones naturales, donde se puede disfrutar de la belleza y tranquilidad del entorno. Bajo sus aguas hay numerosas grutas submarinas, como las cuevas de los Genoveses o de la Cajilla.
Flora
La cobertura vegetal está constituida por manchas de pino carrasco y matorral en el que predomina el lentisco, el canadillo, la jara y el romero, con un endemismo: el hinojo marino.
Otras especies que aparecen son la encina, el algarrobo, la coscoja o la olivilla. Los cultivos son principalmente de almendros y olivos.
Fauna
Entre la avifauna destacan el alca común, el alcatraz, el paíño, los láridos (gaviotas reidora, argéntea y sombría) y multitud de rapaces itinerantes. Anfibios y numerosos reptiles, entre ellos el camaleón. Garduña, gineta, gato montés, zorro, tejón y diversos roedores son algunos de los mamíferos.
El paraje natural penetra una milla en el mar de Alborán. En aquella zona, a más de doscientos metros, se encuentran especies como el mero, el róbalo, la dorada, la tortuga boba y corales. La fauna marina es rica en invertebrados, sobre todo en crustáceos y moluscos, y gran cantidad de peces como el congrio o la morena.
Actividad
Agricultura (cultivo en terrazas). Es importante el turismo en toda la costa, destacando la pesca submarina entre otras actividades.
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