
Murciélago rabudo (Tadarida teniotis)
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Identificación
Murciélago de gran tamaño con una longitud cabeza-cuerpo de 8,1 a 9,2 cm, con una cabeza muy característica en la que las orejas son rígidas y están proyectadas hacia delante (1), los ojos son grandes y el hocico largo. Su principal rasgo diferenciador es la cola, que sobresale del uropatagio (2), aunque en vuelo suele retraerla. La cola, 3,7 a 5,7 cm, le sirve a este murciélago como un sensor táctil que emplea al salir de los refugios andando hacia atrás. Las alas son estrechas y cortas con una longitud del antebrazo de 5,7 a 6,4 cm. En vuelo se asemeja a un vencejo, con la posición de las alas retrasada y un cuello largo. El pelaje es pardo grisáceo claro, con zonas canosas. El vientre es más pálido y la cola gruesa y carnosa. Las hembras pesan más que los machos, pero su tamaño es similar. Emite sonidos de ecolocalización entre las frecuencias 9 a 15 kHz, que aumentan a la franja 20 a 35 kHz durante las acciones de caza. Son pitidos audibles por el oído humano.
Dónde vive
Especie riparia, ligada a roquedos en zonas bien conservadas y cercanos a masas de agua, sobre las que suele cazar. Usa como refugios oquedades y fisuras entre las rocas de farallones y acantilados próximos a las láminas de agua. Comparte refugios con vencejos y otros murciélagos. Ocasionalmente también utiliza puentes y murallas. Prefiere las zonas altas de los roquedos para ubicar los refugios. Está presente desde el nivel del mar hasta la alta montaña. Se sabe muy poco de su biología invernal. Es un migrador parcial, es decir, sólo una parte de la colonia se desplaza, que también entra en estados de sopor cortos durante los episodios de mal tiempo, especialmente las tormentas. Las colonias suelen reducir su número de individuos y su actividad en invierno y a finales de primavera y verano.
Cómo vive
Animal nocturno bastante generalista en cuanto a su alimentación, que se centra en insectos de gran tamaño. Captura sus presas en zonas de valles fluviales, embalses y sobre pinares y alcornocales próximos,
siempre a una altura de 20 a 50 metros sobre el dosel arbolado y evitando las crestas de las montañas. Caza en solitario o en pequeños grupos cuando se producen explosiones de presas durante las migraciones de
insectos. Es capaz de aprovechar las térmicas para ascender, como hacen las grandes aves planeadoras, y cazar a mayor altura. Alcanza velocidades de hasta 50 km/h. Las colonias de murciélago rabudo suelen ser pequeñas, de menos de 200 individuos. En sus desplazamientos alcanzan distancias de hasta 30 km desde sus refugios, aunque en la mayoría de los casos su territorio suele estar en torno a los 5 km de radio desde su refugio.
Cómo se reproduce
Es una especie con un sistema de reproducción complejo caracterizado por dos picos de actividad. El primer pico reproductor ocurre en primavera y el segundo a partir de agosto. Los partos se concentran entre junio y julio, sobre todo. Los partos del segundo pico son más tardíos.
Los machos forman harenes de varias hembras que defienden de forma agresiva. Son muy territoriales. Cuando la gestación está avanzada las hembras abandonan el refugio para dar a luz en otro refugio en el que permanecen con las crías hasta que estas forman nuevas colonias de jóvenes en otoño. En ese momento la hembra vuelve al harén del macho dominante.
Dónde se ve
Especie escasa y poco frecuente en la provincia, con una distribución muy dispersa. Las pocas citas existentes se localizan en el límite con la provincia de Cádiz, en los Montes de Cortes y Valle del Guadiaro, y una interior en Sierra de Aguas que se obtuvo como consecuencia de una colisión en un parque eólico. Es probable que exista alguna colonia de esta especie en la zona de El Chorro, que a priori reúne todos los requisitos para ser un hábitat óptimo para la especie. En la Gran Senda está presente cerca de las etapas 20 y 24.
Curiosidades
Las colonias de murciélago rabudo huelen a apio porque los machos de esta especie marcan con ese olor sus refugios de cría. El tipo de pulsos de ecolocalización de esta especie le sirve para detectar insectos grandes y de cuerpo blando, que suelen tener los oídos también muy desarrollados y son capaces de escuchar y evitar a los murciélagos que emiten en otras frecuencias. Este tipo de pulso evita que el insecto escuche la aproximación del murciélago y le de tiempo a escapar. La desventaja es que no pueden detectar ni cazar insectos pequeños y rápidos.