Esta web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar la visita, aunque en ningún caso se utilizan para recoger información de carácter personal.

Política de cookies

Hotel Refugio de Juanar (Establecimiento Singular)

Diputación de Málaga
Hotel Refugio de Juanar (Ojén) 037

Hotel Refugio de Juanar (Establecimiento Singular)

Sierra Blanca, s/n
CP 29610
952881001
Hoteles > Hotel 3 estrellas

Antiguo pabellón de Caza de los Marqueses de Larios, este hotel es lugar lleno de historias y anécdotas. Situado en Sierra Blanca, entre Ojén y Monda, accedemos a él por un desvío asfaltado de unos 5 kilómetros que, entre bosques y montañas, nos conduce a un paraje de singular belleza entre cuyos árboles emerge el edificio.

La construcción, de dos plantas, mantiene su antiguo diseño arquitectónico aunque con las lógicas modificaciones que han sido necesarias para adaptarlo al actual uso turístico. El techo, inclinado para facilitar el desagüe de la lluvia, sigue respetando la tradición de la teja antigua. En las paredes, de piedra y ladrillo, predominan los colores claros y los grandes ventanales, reforzando así la tenue luz que se cuela entre las copas de los árboles que lo rodean.

Entrando en el Refugio llegamos, a través del patio, a la recepción. Zona común que nos da la bienvenida y nos distribuye por las instalaciones, es un espacio cálido, con elementos de barro y madera, en el que encontramos, para su comercialización, muestras de productos de la zona: un buen vino dulce de Málaga (de la propia Viña de Juanar), cerámica, detalles en madera, aceites, mapas, ropa, golosinas...

El Refugio de Juanar tiene veinte habitaciones dobles, una sencilla y cuatro suites, todas con ventanas al exterior y vistas a la montaña o al bosque. Son lugares amplios y funcionales, en los que el barro, el ladrillo y la madera son los elementos predominantes. La decoración es sobria y acorde con el tradicional estilo rústico pero salpicada con motivos de caza. Las suites disponen de salón y cuentan con chimenea propia; dos de ellas también tienen jacuzzi.

Volviendo a la zona de recepción y recorriendo el pasillo que la atraviesa, el visitante llega a dos salas de estar, situadas junto al bar-cafetería, y al salón del hotel en el que sobresale una enorme chimenea que da calor en los fríos y lluviosos días de invierno. Estos espacios comunes están dotados de cómodos sillones, sillas y tresillos; de lámparas de colores; de viejos armarios, cómodas y vitrinas de madera; y, sobre todo, adornos y recuerdos de los días de antaño en los que se practicaba diariamente la caza: antiguas escopetas, cuadros, trofeos, ornamentas... Son detalles que crean un ambiente de encanto e historia, y que sugieren al huésped momentos para el disfrute de un rato de tranquilidad y aprecio de un buen libro, una buena charla o, símplemente, una copa en compañía de los amigos o de la familia.

Desde una de las salas o desde el restaurante, al que llegamos a través del salón, se sale a la terraza.. Es una zona amplia, con capacidad para 450 comensales y en la que podemos disfrutar del servicio del restaurante; también en ella se sitúa la barbacoa y la piscina, llenada con agua del manantial propio que abastece al hotel. Es un lugar en el que podemos contemplar la belleza del sitio en el que nos encontramos al estar totalmente rodeado, y en algunos casos cubierto, por gigantescos árboles de cuyas ramas asoman multitud de pájaros y, de vez en cuando, alguna que otra ardilla. Y siempre, acompañándonos en nuestro recorrido, el sonido del viento que no deja pasar la oportunidad de dejarse sentir.

En el capítulo gastronómico, este establecimiento merece especial atención. Su restaurante, con capacidad para 150 personas, es punto de referencia en la zona y en la Costa del Sol. Mesas de madera, sillas cómodas, detalles en cada uno de sus rincones, hacen de éste un espacio coqueto y reservado. Ofrece una carta completa y bien argumentada. Los platos están bien presentados y su elaboración, muy cuidada, hace gala del merecido reconocimiento de su cocina. En los entrantes podríamos destacar su excelente paté casero con salsa de cumberland o el hígado de pato con compota de cebolla. Adentrándonos en los “primeros” podríamos señalar el arroz caldoso con perdiz o bogavantes, los filetes de lenguado al azafrán o el bacalao a la vizcaina. Mención aparte merecen todas sus carnes, principalmente las de ave y caza. En este apartado, y entre otras, tenemos la perdiz en escabeche, el faisán al modo de Alcántara, el lomo de venado al vino de Málaga, las chuletitas de cordero con salsa de menta o el cochinillo estilo segoviano. Para finalizar, y ya en los postres, destacaríamos el mousse de avellana con coulis de fresa, el parfait de helado casero con salsa esmeralda o el especial viña de Juanar.

Pero no se puede hablar del Refugio de Juanar sin hablar de su bodega, la bodega Viña de Juanar. Conocerla es un auténtico placer; rincón en el que se mezcla el olor a vino y jamón. Más de 7.500 botellas componen este preciado lugar, niño mimado de la casa, alguna de ellas ya piezas de museo. La riqueza de esta oferta se deja sentir en la magnífica carta que presenta el restaurante en el que, el paladar más exigente, encontrará un caldo a su medida. Cuenta la bodega con barricas de vino dulce y una gran mesa de madera que, bajo los jamones ibéricos que cuelgan del techo, dan la oportunidad al visitante, hasta 50 de pie, de degustar una copita de vino, un plato de jamón ibérico o una buena ración de queso curado.

El establecimiento, que permanece en funcionamiento todo el año, también tiene tres salones, dotados de todos los elementos técnicos necesarios, para la realización de jornadas profesionales, convenciones, cursos... con capacidad para 50, 20 y 20 personas respectivamente.

Desde el propio hotel existen seis rutas de senderismo perfectamente definidas, por lo que el huésped puede elegir aquella que más se adecua a sus posibilidades y adentrarse en el corazón de la sierra o asomarse al mar. Y es que la situación del hotel, en la Sierra de las Nieves pero también próximo a la Costa del Sol, facilita cortos desplazamientos para que el turista pueda elegir entre un mundo de posibilidades turísticas que le ofrece una provincia tan rica como es Málaga.

Un poco de historia

Sobre el hotel Refugio de Juanar se ha de saber que fue construido en el año 1906 por José Aurelio Larios y Larios, tercer Marqués de Larios, perteneciente a un importante clan familiar que impulsó la economía malagueña a lo largo del siglo XIX y principios del XX. Los Larios gestionaron importantes industrias textiles, agroalimentarias y vitivinícolas entre otras.

El actual hotel aguarda una historia más que interesante. Sus instalaciones fueron visitadas por el rey Alfonso XIII, quien compartió afición por la caza con su anfitrión, el Marqués de Larios. Posteriormente, en 1965 se reconvirtió en Parador Nacional de Turismo. Charles De Gaulle, quien fuera presidente de la Republica Francesa, se alojó aquí para escribir algunos capítulos de sus memorias. En la actualidad, sigue prestando servicio de alojamiento y restauración, pero con otros gestores. Aún perduran en otras zonas del paraje del Juanar las infraestructuras que construyera el Marqués para la gestión cinegética del coto.

Cómo llegar

Descubre más de la provincia de Málaga

Descubre más de la provincia de Málaga