
La migración de las aves en el Corredor Verde del Guadalhorce
La migración se da en una gran variedad de aves, desde pequeños insectívoros hasta otras de gran envergadura
Las migraciones de aves
Cada año se produce en el paleártico occidental la migración de las aves, un fenómeno natural consistente en el desplazamiento de millones de aves entre sus lugares de reproducción en Europa occidental y sus áreas de invernada el noroeste de África a través del Estrecho de Gibraltar. Estos movimientos de aves a gran escala se concentran en dos épocas determinadas del ciclo anual. La migración prenupcial o de primavera se produce entre marzo y mayo y es el viaje de las aves de retorno a Europa para reproducirse desde África, donde han pasado los meses invernales, mientras que en la migración postnupcial u otoñal las aves realizan el camino inverso, es decir, se dirigen desde finales de julio hasta principio-mediados de noviembre hacía sus cuarteles de invernada, una vez terminada la reproducción, en busca de lugares donde alimentarse y descansar durante el invierno boreal.
La migración se da en una gran variedad de aves, desde pequeños insectívoros como mosquiteros, papamoscas o ruiseñores hasta otras de gran envergadura como cigüeñas o rapaces. Estas últimas son conocidas como aves planeadoras, y son el grupo de aves más atractivo para los aficionados a la observación del fenómeno migratorio, por que resultan relativamente fáciles de seguir en sus desplazamientos diurnos, también por la espectacularidad de sus vuelos o movimientos aéreos y por las concentraciones que tienen lugar en determinados puntos durante sus viajes, como es el caso del Estrecho y su área de influencia.
La importancia del Corredor Verde del Guadalhorce durante la migración postnupcial
Por su proximidad al Estrecho de Gibraltar, el Corredor Verde del Guadalhorce resulta una zona idónea para la observación de aves planeadoras durante la migración otoñal, especialmente con determinadas condiciones meteorológicas, como son vientos del oeste o poniente, sobre todo si son de intensidad elevada, ya que estos vientos favorecen la derivación o encauzamiento de las aves hacia la vertiente este y noreste del Estrecho, donde se sitúa el Valle del Guadalhorce.
El Calendario de las migraciones
No todas las aves migran a la vez, sino que cada especie o subpoblación concentra su migración en determinada fechas dentro del periodo de la migración postnupcial. El milano negro y la cigüeña blanca son los protagonistas durante los meses de julio y agosto, aunque a partir de la segunda quincena de este mes la diversidad de aves se incrementa con el paso de águila calzada, culebrera europea o aguilucho cenizo. El mes de septiembre concentra el mayor número de aves y diversidad de especies, pudiendo observarse, además de a las ya citadas, al abejero europeo, el cernícalo primilla, la cigüeña negra o el alimoche, entre otras. En este mes suelen darse cita también, especies muy valoradas por los aficionados, ya sea por su rareza o singularidad, como son el águila imperial, las águilas pomerana-clanga, el milano real o el aguilucho papialbo. En octubre decaen los números y la diversidad de aves pero es un buen momento para observar especies más escasas y tardías, como el aguilucho pálido, ratonero común, el esmerejón o el en el que halcón de Eleonor. La segunda quincena de octubre y el mes de noviembre constituyen la recta final de la migración, en la que son los buitres leonados -y puntualmente ejemplares de buitre negro y de Ruppell- los principales protagonistas.
Puntos de observación en el Corredor Verde
En las condiciones de viento antes referidas de vientos de poniente, cualquier elevación u atalaya que nos ofrezca una amplia cuenca visual sería un buen lugar para observar la migración otoñal. Citamos a continuación un conjunto de emplazamientos especialmente propicios para disfrutar la migración de aves en el Valle del Guadalhorce.
• Mirador de Sierra Gorda (Coín)
Situado en la parte alta de un monte o pequeña sierra que se eleva entre el valle del Río Fahala y los valles de Río Grande y Peréilas, desde este observatorio natural se recogen fundamentalmente los flujos de aves migratorias que entran al Valle del Guadalhorce desde el noreste, este y sureste, durante el paso postnupcial.
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• Mirador de Cerro Gordo-Alburquería (Coín)
Este observatorio natural es una excelente atalaya desde donde se puede disfrutar del paso de aves migratorias diurnas. Hay una especie singular, el halcón de Eleonor, que suele aparecer por este entorno, a finales de la primavera y principios del verano.
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• Mirador del Santo (Sierra del Gibralmora, Pizarra)
Situado sobre la vertical del pueblo de Pizarra, encumbrando los tajos de la vertiente oeste de la Sierra de Gibralmora, desde aquí se dominan unas impresionantes vistas panorámicas del Corredor Verde del Guadalhorce.
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• Sierras de los Espartales y Sierra Llana (Cártama)
Con poco más de cuatrocientos metros de altitud, la Sierra de los Espartales y Sierra Llana forman un pequeño macizo montañoso, donde confluyen los flujos migratorios de aves planeadoras y no planeadoras que se aproximan desde el noreste, este y sureste en la época de migración postnupcial.
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• Monte Hacho (Álora)
Desde las cumbres o altitudes medias de esta montaña, principalmente en su cara este y noreste, podremos observar los flujos migratorios que provienen desde el norte y noreste. Este enclave se hace especialmente duro durante las horas centrales del día, en días muy soleados. Es un lugar ideal para aprovechar las primeras y últimas luces del día.
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• Sierra del Valle de Abdalajís (Valle de Abdalajís)
Esta sierra forma parte del Arco Calizo Central Malagueño o Cordillera Antequerana, y recoge los flujos migratorios que provienen del norte y noreste, canalizándolos hacia la cabecera de la Comarca del Valle del Guadalhorce, o sea, curso alto del CVG. Las laderas empinadas de todo este macizo montañoso favorecen el vuelo de las aves que llegan a la zona. Tanto las zonas altas como La Huma (1.191 msnm), el pico de La Capilla (1.186 msnm) o el pico del Charcón (1.015 msnm), como las laderas o puertos de esta serranía, se convierten en buenos lugares para la observación de planeadoras.
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• Cerro del Santi-Petri (Almogía)
Al igual que otras atalayas naturales de la comarca, desde el Santi Petri, el punto a mayor altitud del municipio de Almogía, se pueden observar un gran número y diversidad de aves planeadoras en el paso postnupcial.
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Autor. Salvador Solís Gómez