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Casi la mitad de la diversidad de la fauna Ibérica está representada en los mamíferos malagueños

Diputación de Málaga
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Casi la mitad de la diversidad de la fauna Ibérica está representada en los mamíferos malagueños

Los mamíferos son pequeños dinosaurios evolucionados

Los mamíferos son los herederos evolutivos de los antiguos grandes reptiles que poblaron la Tierra. Muchas de las características que los definen como grupo o taxón, que les dan identidad propia, son rasgos que adquirieron durante su historia evolutiva y que supusieron una ventaja que les confirió éxito y les garantizó la supervivencia. Si preguntáramos a cualquier escolar qué es un mamífero seguramente contestaría que son animales que tienen pelo, mamas y que paren a sus crías vivas. Pero, pocos imaginan a los mamíferos como “pequeños dinosaurios” evolucionados. Y menos aún como lo que inicialmente eran, pequeños merodeadores nocturnos que vivían de noche y bajo el yugo de los dinosaurios, oportunistas y no mayores que una musaraña actual. De ahí radiaron hasta alcanzar una diversidad que incluye a las grandes ballenas o los elefantes.

Los mamíferos presentes en Málaga se dividen en siete órdenes, el más antiguo de los cuales parece ser el de los insectívoros que agrupa cerca de 400 especies de las que 16 están presentes en España y 5 en Málaga (32,2%). Le siguen los quirópteros, los carnívoros, los ungulados, los cetáceos, los roedores y los lagomorfos (pequeños herbívoros que incluyen a los conejos y las liebres).

La diversidad de los mamíferos malagueños

En la provincia de Málaga hay un total de 31 especies de mamíferos terrestres, 19 especies de quirópteros y 11 especies marinas que se acercan a sus costas de forma regular. Ello supone el 46,3%, 52,8% y 34,4%, respectivamente, de las especies de cada grupo presentes en la Península Ibérica.

En el caso de los mamíferos terrestres la provincia alberga casi la mitad de la diversidad de la  fauna Ibérica. Como ocurre con otros grupos biológicos Málaga es una provincia con características fisiográficas propicias para la biodiversidad. En Málaga se da un contraste importante de paisaje entre la costa y el interior: importantes formaciones montañosas bordean la costa, creando una gran diversidad de ambientes, microclimas y hábitats. Las alturas de Sierra Bermeja, Sierra Tejeda o de las Sierra de las Nieves contrastan con las depresiones de la Vega de Antequera. Y lo hacen no sólo en paisaje, sino también en litología, clima y formaciones vegetales.

Por otra parte, en la costa, sometida a una excesiva presión antrópica, aún quedan pequeños rodales de ambientes naturales como zonas dunares, roquedos marinos y acantilados que no distan mucho de unas pequeñas cadenas de sierras litorales que ofrecen ambientes de media montaña forestales y crean mosaicos mixtos de transición en forma de zonas de campiña hacia la costa.

No hay que olvidar que en Málaga aún tenemos extensas zonas forestales como el Valle del Genal o los Montes de Cortes, lugares donde perderse o encontrar a muchos de los mamíferos más huidizos de la fauna Ibérica como el corzo. Por si esto fuera poco, en Málaga se han dado las circunstancias propicias para que en tiempos geológicos se crearan “refugios glaciares”, lugares de alta montaña donde se retuvieron condiciones que permitieron la subsistencia de especies de ambientes mucho más fríos que los actuales. Es el caso del pinsapo, pero también del musgaño de Cabrera.

Por último, pero no menos importante, está el ambiente urbano que en los últimos tiempos está adquiriendo una gran relevancia para los mamíferos. En Málaga capital es abundante la ardilla, procedente de la expansión que este roedor viene experimentando desde que fue introducida en los Montes de Málaga. Pero es que la presencia de garduñas, jabalíes o ciervos empieza a ser frecuente en la periferia de muchos pueblos, así como la presencia de otras especies que se empeñan en desmitificar su papel de bioindicadores utilizando hábitats urbanos de escasa calidad pero que ofrecen grandes oportunidades. Este es el caso de la nutria en la Costa del Sol, donde hay poblaciones netamente urbanas ya todo el año.

Los cetáceos

Los cetáceos (del griego ketos, ballena o monstruo marino para Aristóteles) son los mamíferos acuáticos, animales con una gran diversidad de formas, pero una baja diversidad genética, lo que parece indicar una evolución reciente.

Existen unas 80 especies a nivel mundial, de las que 32 se acercan a las costas españolas y once a las malagueñas. No debe olvidarse que los cetáceos no son peces y como prueba de ello comparten las características comunes de todos los mamíferos, es decir, pelo, mamas y placenta, entre otras. Además, tienen pulmones.

Su adaptación al medio acuático, sobre todo marino, ha provocado cambios en sus estructuras y una convergencia morfológica evolutiva que recuerda a los peces. Son mamíferos de mucho éxito, que han conseguido colonizar ambientes inalcanzables para otros mamíferos y que han desarrollado estrategias de comunicación y sociales muy elaboradas.

En España hay dos grandes grupos, los Misticetos, las ballenas, que se caracterizan porque sólo tienen dientes en estado fetal. Cuando nacen los pierden para dar paso a una estructura tegumentaria laminar conocida como “barbas” que les ayuda a alimentarse filtrando el agua. El otro grupo son los Odontocetos, cachalotes, calderones, delfines, marsopas y orcas, quienes sí tienen bocas adultas armadas de dientes. En la introducción específica de los cetáceos se desarrollan las peculiares adaptaciones de este grupo de mamíferos.

Especies de mamíferos introducidas en Málaga

Hay especies que formando ya parte de la fauna de mamíferos malagueña no son realmente autóctonas. En la mayoría de los casos se trata de especies que han llegado de la mano del hombre y por algún interés concreto, aunque también hay casos de introducciones involuntarias. Entre los introducidos cabe citar el gamo, el muflón, la rata negra, la gineta, el meloncillo y la ardilla.

Sus características, la clave de su éxito

Las características que definen a los mamíferos son las claves de su éxito, a saber:
- poseen la capacidad de la lactancia
- su mandíbula es muy diferente a la del resto de vertebrados
- el oído presenta tres huesos (martillo, yunque y estribo) que lo hace muy eficaz y diferente del oído de los reptiles
- tienen pelo, una estructura tegumentaria que está relacionada con la regulación de la temperatura
- el cráneo está simplificado y tiene una sola abertura temporal detrás de las órbitas de los ojos, mientras que los reptiles y las aves suelen tener dos
- disponen de otras características menores como la especialización de los dientes y su difiodoncia (dos denticiones a lo largo de su vida), la existencia de un paladar secundario que permite separar el paso del agua-alimento del aire (tráquea
y aparato digestivo), la existencia de un diafragma que optimiza las funciones respiratorias, la homeotermia (compartida con las aves), los lóbulos cerebrales diferenciados de la corteza cerebral y los eritrocitos enucleados.