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Casa de Expósitos

Diputación de Málaga

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Fachada del Palacio ProvincialLa Diputación Provincial posee un amplio equipamiento en cuanto a edificios se refiere, en distintas zonas de la ciudad, donde están instalados las diferentes áreas o servicios. 

Todos ellos están en Málaga capital, excepto la Casa de los Colarte que se encuentra en Antequera.

Casa de Expósitos

Calle de la Casa de ExpósitosEl denominado de antiguo como barrio de Artesanos, que se desarrolló extramuros de la ciudad musulmana, corresponde ya a época cristiana, habiendo cedido también los Reyes Católicos parte de ese suelo a órdenes religiosas como los Franciscanos en 1489, los Capuchinos en 1619, y los Filipenses en 1619. Después se levantarían importantes mansiones e iglesias como la de S. Felipe Neri. Concretamente en calle Ollerías, denominada así por albergar diversos hornos y talleres artesanales en los ss.XVI-XVII dedicados a la fabricación de ollas, se realizaron edificaciones públicas por su proximidad con calle Carretería, una de ellas la Casa de Expósitos con fachada a calle de las Parras, sede hoy del Ctro. Cultural Provincial y Ctro. de la Generación del 27.

Creada como obra de acogida para niños huérfanos, por el gremio de carpinteros en 1573, bajo la denominación de Casa de los Niños de la Providencia, ocuparía su actual ubicación como Casa de Expósitos en el s.XVIII, y aunque el proyecto original fue obra del arquitecto granadino José Bada y Navajas, el primero en construirse fue el de Ventura Rodríguez, llevando posiblemente la dirección de la obra José Martín de Aldehuela. La amplia fachada de 31,65 m. sobre zócalo de sillería, se articula en semisótano, bajo y primero, destacando en su paramento enlucido la bella portada adintelada de pequeñas orejas inspiradas en el Palacio Real de Madrid y coronada con un arco de medio punto con tímpano cerrado en el que se inscribe la palabra "Omnibus", y en sus extremos con pequeños cuadrados de mármol gris "Niños de Providencia 1785”. También en la rosca del arco "Casa Hogar de San José" y por último en el cuadro derecho el número de manzana y de la casa.

Puerta de la Casa de ExpósitosLos vanos de la planta baja son rectangulares, altos y con rejas poco voladas, estando enmarcadas por dinteles y jambas de piedra arenisca que descansan en el zócalo de piedra donde van los huecos recuadrados del semisótano. Sobre la citada portada, con escudo labrado modernamente, y a través de una ménsula en repisa muy moldurada, descansa la rica reja del vano central correspondiente al piso primero. Los otros huecos son más simples, rectangulares y alargados que los correspondientes al piso bajo, con rejas enmarcadas por arcos de piedra rotos en sus alfelizares. Se remata este edificio barroco con aires neoclásicos, por una cornisa de piedra con amplio vuelo y un canal de teja vidriada para la recogida de las aguas pluviales que discurre por debajo de la cornisa al estar sujeta por clavos incrustados en el muro.

Recepción de la Casa de ExpósitosEn cuanto a la decoración pictórica exterior y al fresco, se realiza sobre elementos arquitectónicos clásicos en los huecos de las ventanas, formando pilastras corintias situadas a continuación de las jambas de piedras y cuyas bases descansan en el plinto del zócalo. Las pinturas se enlazan entre sí con fajas de ladrillo despiezado como verdugadas, a manera de cajones de mampostería. Arquitectónicamente el edificio no es un conjunto homogéneo, pues contiene tres partes claramente diferenciadas, la primera terminada en 1785 con entrada principal por calle Parras, se configuraba interiormente con una escalera, entrada, sala de juegos, habitaciones, despachos, enfermería, etc. El patio posterior constituye la segunda fase del edificio que se extiende, por falta de espacio, desde calle Parras hacia calle Ollerías, conformando un espacio casi cerrado y porticado en sus lados, siendo obra de Miguel del Castillo realizada a finales del s.XVIII.

Posteriormente, ya en el s.XIX, es cuando el arquitecto provincial Juan Nepomuceno Ávila remodela y amplia lo edificado en 1790, elevando su altura, sustituyendo la madera por materiales metálicos y construyendo la capilla sobre lo que se conocía por entonces como patio inglés. Adosado hoy el volumen de la escalera es, esta zona en concreto, la que se ha visto más afectada para la realización de las dependencias del Centro Cultural de la Generación del 27.