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La Diputación de Málaga, cuenta en su patrimonio con una gran colección de obras artísticas: pinturas, cartografía, esculturas y artes decorativas.
 

Pintura

Alegoría del Mar. Desembarco de pescado en el Puerto de Málaga

Datos generales

  • Autor: Antonio Cañete Sánchez
  • Fecha: 1.967
  • Materiales: Pintura al óleo sobre lienzo pegado a una tabla.
  • Localización: Edificio Diputación de Málaga
  • Número de catálogo: 148

Descripción

Alegoría del Mar. Desembarco de pescado en el Puerto de MálagaEsta composición pertenece al grupo de Alegorías relacionadas con la ciudad de Málaga, que en 1967 la Diputación malagueña encargó a cuatro conocidos pintores malagueños para decorar la planta noble del edificio. Las otras fueron realizadas por los pintores Luis Bono y Rokero, que hicieron un panel conjunto, y Virgilio Galán.

El tema elegido por Cañete es una Alegoría del Mar. Para ello, el pintor crea una escena de pesca que se desarrolla en los muelles del puerto malagueño. Como fondo, se puede apreciar el Paseo de la Farola, con bloques altos de viviendas que contrastan con el perfil difuminado de la sierra. En primer término, tres figuras masculinas y dos femeninas se afanan en descargar las cajas de pescado.

El estilo, de perfiles quebrados, muy dibujístico, es vigoroso, esquemático a veces, destacando el fuerte sentido del volumen y el magnífico estudio de las figuras, sobre todo las dos masculinas, que con sus escorzos forzados llenan el primer plano de la composición. Por su parte, las dos mujeres, captadas en el momento de sostener el cenacho de pescado, componen un concienzudo juego de simetría que informan de la inspiración profundamente clásica del autor y su apego a los principios renacentistas. 

La profusión de tonos pasteles realza la luminosidad y la impronta optimista de una composición que pretende transmitir la vocación mediterránea de la ciudad de Málaga y su íntima relación con el mar, pese a los avances del progreso y a las transformaciones registradas en el ritmo de vida de sus habitantes. La convivencia entre una actividad secular como la de la pesca artesanal con redes y el urbanismo de la ciudad del futuro sería, a juicio de Cañete, el testimonio vivo de esta situación.