Presentación
Málaga, una provincia "socialmente responsable"
La Diputación de Málaga lleva más de una década demostrando su compromiso firme con un desarrollo de la provincia que beneficie a todos por igual, tanto a la ciudadanía de hoy como a las generaciones venideras. Así lo ha venido demostrando al ejercer su liderazgo y dar ejemplo con la responsabilidad social desde hace casi 15 años, siendo una de las Administraciones Públicas pioneras en España en planificar y ejecutar todas sus acciones con una triple vertiente ambiental, social y de buen gobierno.
Asumimos en la Diputación la responsabilidad ante todos los impactos que nuestra actividad genera en nuestro entorno y con nuestros grupos de interés, y entendemos también que una Administración Pública no solo es responsable de lo que ella genera, sino que se convierte en un faro que ilumina el desempeño de los demás: municipios, empresas, colectivos, asociaciones, otras AA.PP., ciudadanía, etc., mediante el fomento de la Responsabilidad Social Corporativa en sus respectivos desempeños.Así lo ha venido demostrando al ejercer su liderazgo y dar ejemplo con la responsabilidad social desde hace casi 15 años, siendo una de las Administraciones Públicas pioneras en España en planificar y ejecutar todas sus acciones con una triple vertiente ambiental, social y de buen gobierno.
Ese compromiso pasado y presente se extiende al futuro al incorporar la Agenda 2030 de Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible en cada una de nuestras acciones.
Todo ello nos lleva a sentirnos profundamente orgullosos de este Plan de Responsabilidad Social Corporativa para el bienio 2021 – 2022, que revela con acciones concretas y presupuestos asignados para las mismas como Málaga es una “provincia socialmente responsable”.
José Francisco Salado Escaño
Málaga, una provincia líder en RSC
Como bien señala la propia Comisión Europea, todas las organizaciones generan con su actividad impactos en el entorno en el que se desenvuelven, ya sean ambientales, sociales, económicos, laborales u otros. Y aunque la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), recientemente renombrada Responsabilidad Social Empresarial, ha sido un concepto nacido desde el ámbito privado, resulta incuestionable que las administraciones públicas, como entidades consumidoras y prestadoras de bienes y servicios, como impulsoras de políticas públicas y como organizaciones empleadoras, deben aplicarse sus objetivos.
Es más, las instituciones públicas, como en cualquiera de las acciones que realizan, deben adoptar el concepto de responsabilidad social con un carácter de ejemplaridad, con conductas responsables que vayan más allá de la legislación vigente.
Desde la Diputación de Málaga, que me honro en presidir desde 2011, hemos puesto en marcha y aplicado de forma continua políticas de responsabilidad social en todas las Áreas del Gobierno provincial. Pero con este Plan de Responsabilidad Social Corporativa 2017-2020 las integramos en un documento unitario que pretende ser la hoja de ruta para lograr el objetivo de que no sólo la Diputación sea un modelo en políticas de RSC, sino toda la provincia. Málaga debe ser un referente en España en políticas de buen gobierno, transparencia, responsabilidad social y ambiental
Tras un periodo de análisis y reflexión interna coordinado por la Delegación de Gobierno Abierto, Transparencia y Comunicación Corporativa y en el que han participado todas las Áreas de la Diputación, se ha elaborado este Plan con varios ejes y objetivos básicos, pero con una premisa común: la sostenibilidad.
La sostenibilidad ambiental será un factor vertebrador de todas las políticas de la Diputación de Málaga y su guía principal será la Carta Verde o programa ‘Málaga viva’, que ha elaborado el Área de Medio Ambiente. Forman parte de este eje el ambicioso Plan de Lucha contra el Cambio Climático con el que la Diputación pretende plantar un millón de árboles en este mandato, la permanente búsqueda de la eficiencia energética o, como último ejemplo, el reciente plan Reciclaje 100%.
Además de impulsar la administración electrónica, desde hace unos meses para todos los trámites y documentos de la Diputación de Málaga se utiliza papel reciclado. Aunque a simple vista pueda parecer baladí, hablamos de un volumen de casi 30 toneladas de papel al año, el equivalente a evitar la tala de medio millar de árboles adultos.
Otros ejes principales serán el laboral, con políticas para apoyar el voluntariado entre los trabajadores de la Diputación, o su uso de la bicicleta o transportes ‘limpios’, o el formativo o de liderazgo de estas políticas entre los 103 municipios de la provincia, a los que nos ofrecemos a ayudar para elaborar sus correspondientes planes de RSC. Ya colaboramos con entidades como la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), con la que celebramos cada año unas jornadas y premios para extender el uso de estas prácticas, y con el Colegio de Abogados de la provincia. Fruto de esa colaboración existe la Oficina de Intermediación Hipotecaria de Málaga, que ha evitado más de medio millar de desahucios en la provincia y en los últimos meses está asesorando a los malagueños a reclamar lo que les corresponde tras la reciente sentencia de las cláusulas suelo.
En el campo de la transparencia y buen gobierno, la Diputación va a ampliar y mejorar las herramientas de participación ciudadana, con un nuevo portal que recogerá las opiniones y propuestas de los vecinos sobre los asuntos que sean de su interés. También queremos mejorar la efectividad de nuestra comunicación corporativa, implantando en la provincia aquellas prácticas novedosas que hayan funcionado en otros territorios y países.
Lo apasionante de la Responsabilidad Social Corporativa es que se trata de una materia que no tiene fin, en la que siempre cabe la mejora, en la que el concepto japonés ‘kaizen’ tiene una de sus mejores expresiones: siempre podemos hacerlo mejor, siempre debemos hacerlo mejor. Ello redundará en el beneficio de todos los malagueños y en la búsqueda del objetivo de que Málaga sea una provincia líder, también en el campo de la responsabilidad social.
Elías Bendodo