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La Imprenta Sur edita dos nuevas publicaciones con obras de los poetas Javier Bozalongo y Juan Lamillar

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La Imprenta Sur edita dos nuevas publicaciones con obras de los poetas Javier Bozalongo y Juan Lamillar

‘Todo es azar’ y ‘Tanta noche sola’ se suman a los catálogos de las colecciones ‘El castillo del inglés’ y ‘La cama de Minerva’, respectivamente

Víctor González destaca que estas novedades editoriales suponen el punto de arranque de la programación de otoño del Centro de la Generación del 27

La antigua Imprenta Sur, situada en el Centro Cultural María Victoria Atencia (calle Ollerías, 34), ha editado dos nuevas publicaciones con obras de los poetas Javier Bozalongo (‘Todo es azar’)  y Juan Lamillar (‘Tanta noche sola’).

El diputado de Cultura de la Diputación de Málaga, Víctor González, ha presentado hoy ambos libros y ha resaltado que se ha convertido ya en una tradición que el Centro Cultural Generación del 27 inicie su programación de otoño con la presentación de las novedades editoriales de la Imprenta Sur.

González ha explicado que ambas ediciones han sido compuestas a mano e impresas por José Andrade, al cuidado de José Antonio Mesa Toré, usando papeles Torreón y tipos de plomo iguales a los que utilizaron Emilio Prados y Manuel Altolaguirre en la edición de la revista Litoral y de sus suplementos de poesía o incluso los mismos que manejaron otros maestros impresores herederos de los dos poetas del 27, como Bernabé Fernández-Canivell, Alfonso Canales o Rafael León.

‘Todo es azar’

El libro ‘Todo es azar’, del poeta tarraconense pero desde hace décadas afincado en Granada Javier Bozalongo, es la sexta publicación de la segunda época de la colección ‘El castillo del inglés’ tras la edición durante los tres últimos años de obras de los poetas Lasse Söderberg, José Luis González Vera, Jorge Villalobos, José Luis Calvo Vidal y Ben Clark.

Este nuevo título de Bozalongo es un conjunto de haikus, género de la literatura japonesa que desde comienzos del siglo XX ha sido vertido por prestigiosos escritores a las lenguas occidentales más importantes y que en las últimas décadas ha conocido un auge inusitado entre numerosos poetas en lengua española.

La obra se divide en siete secciones en las que el poeta pone su mirada sobre temas como el mar, las distintas etapas de la vida, los peces encerrados en acuarios, la noche, las flores, las manos o las aves, entre otros.

El libro oscila entre poemas muy cercanos al espíritu propio del haiku tradicional japonés (Hacerse viejo/ ver arder la cabaña/ sin tener agua.) y otros de condición más moderna y próximos a los juegos de Ramón Gómez de la Serna en sus greguerías (Un agua tónica/ vuelve la noche esdrújula:/ sobran estrellas.) O el que da título al conjunto: Todo es azar,/ a veces la ruleta/ gira y no para.)

Entre 2001 y 2021, el autor ha publicado ocho libros de poesía, entre ellos ‘Hasta llegar aquí’ (2005), ‘Viaje improbable’ (2008), ‘Todas las lluvias son la misma tormenta’ (2018, por el que obtuvo el Premio Blas de Otero) y ‘Los días generosos’ (2021), así como un volumen de relatos y dos colecciones de aforismos.

‘Tanta noche sola’

Por su parte, el cuaderno ‘Tanta noche sola’, de Juan Lamillar, se convierte en el décimo de la colección ‘La cama de Minerva’, en la que con anterioridad han visto impresos sus versos escritores como Luis Alberto de Cuenca, José Manuel Caballero Bonald, Francisco Brines, Aitana Alberti, Rafael Pérez Estrada o Alejandro Duque Amusco.

Lamillar nació en Sevilla en 1957 y ha publicado más de una decena de libros de poesía: ‘Muro contra la muerte’, editado en 1982, fue el primero de ellos; luego, entre otros, verían la luz ‘Música oscura’ (1989, Premio Luis Cernuda), ‘Los días más largos’ (Premio Vicente Núñez), ‘Las lecciones del tiempo’ (1998) o ‘La hora secreta’ (2008, Premio Villa de Rota).

También son de su autoría diversos ensayos que han tenido por protagonistas a figuras literarias como Joaquín Romero Murube, Cervantes o Cernuda o a ciudades como Sevilla y Venecia.

Poeta de un estilo muy definido, sus poemas se distinguen por un clasicismo formal, una armoniosa musicalidad de los metros, un culturalismo que, como en el caso de María Victoria Atencia, es producto de una sincera pasión y un sólido conocimiento de las distintas artes que con naturalidad se convierten en el germen de muchos de sus poemas y, por último, una serie de temas recurrentes como el amor, el paso del tiempo y, en relación al arte, fundamentalmente su gusto por la música, la pintura y la fotografía.

En ‘Tanta noche sola’ el lector podrá apreciar poemas como el que da título al cuaderno o como ‘Naturaleza muerta’, ‘El origen del mundo’  o ‘Sesión de fotos’, que nacen de la estimación del autor por la creación artística, mientras que la preocupación por el paso del tiempo se abre en ‘Un cuaderno de notas’.