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Area de Cultura. Diputación Provincial de Málaga Luis Buñuel
LA VIDA
Buñuel nace en Calanda en 1900, sus padres son ricos terratenientes. Le proporcionan una vida muy alejada de la realidad española: estudios de música, veraneos en San Sebastián y Calanda... Estudió en Zaragoza en San Salvador y hizo sus estudios universitarios en Madrid, en la Residencia de Estudiantes. Allí tuvo la oportunidad de empaparse de las corrientes culturales y renovadoras del momento (el Jazz, el Darwinismo, el Comunismo...) y de conocer a Dalí o Lorca. Pierde la fe y adopta una actitud muy rebelde, contestataria. Se licenció en Filosofía y letras aunque su objetivo era escribir poesía.
Viaja a París como secretario de Eugenio D'Ors y se matricula en la escuela de cine de Jean Epstein. Le expulsan, pero junto a Dalí y financiada por su madre realiza Un Perro Andaluz, su primera película. En París conoció a su mujer, la gimnasta Jeanne Rucar con la que vivió toda su vida.
Al regresar a España no dirige ninguna película, sino un documental: Las Hurdes Tierra sin Pan, y se dedicó a la producción.
Al estallar la guerra civil viajó a París y Estados Unidos e intentó trabajar en Hollywood, sin embargo fué rechazado. La oportunidad de dirigir de nuevo le llegó en México. Y allí con 46 años comenzó a realizar películas de manera estable por primera vez. El prestigio de estas películas le dió reconocimiento mundial y volvió a España en 1960 para el rodaje de Viridiana. A partir de entonces los viajes a España y Francia fueron constantes. Realizó sus últimas películas, más conocidas, en Francia.
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Detras: Robert Mulligan, Willian Wyler, George Cukor, Robert Wise, Jean-Claude Carrière y Serge Silberman; sentados: Billy Wilder, George Stevens, Luis Buñuel, Alfred Hitchcock y Rpouben Mamoulian.(Los Angeles, 1972)

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LA OBRA
La primera película de Buñuel Un Perro Andaluz es una película surrealista, una sucesión de imágenes sin un significado real, objetivo, sino emocional y subjetivo. El objetivo de la película era escandalizar, tomarle el pelo al espectador (Buñuel asistió al estreno con los bolsillos llenos de piedras). Sin embargo el "moderno" París de 1927 recibió la película como genial. A Buñuel le atraía el surrealismo precisamente por lo intuitivo, por la renuncia de la razón, que era insuficiente para combatir la miseria o el miedo del mundo. Buñuel vivía el conflicto entre la razón que le hacía ateo y el corazón que le hacía creyente ("vivo católico y ateo gracias a Dios"), entre su desprecio por la burguesía y su estilo de vida realmente burgués... Lo que le quedaba pues a Buñuel era el pesimismo: por la época y su futuro.
Un Perro Andaluz es la única película surrealista de Buñuel, aunque continuó utilizando formas e ideas surrealistas en el resto de su cine. En especial, las imágenes de Buñuel siguieron siendo siempre claras e intuitivas, no hay que buscarles significado sino sentirlas. Tal vez para encauzar o cohesionar sus ideas Buñuel trabajó siempre con un guionista a su lado. Durante años trabajaron con él Julio Alejandro, Luis Alcoriza y Jean-Claude Carrière, entre otros muchos.
Sí consiguió el escándalo deseado con su 2ª película La Edad de Oro. Por su ataque contra la Iglesia y patriotismo estuvo prohibida durante años.
Con el documental Las Hurdes Tierra sin Pan logró algo parecido. Incluso la República española lo prohibió.
Con estas tres películas las constantes del cine de Buñuel estaban ya introducidas: muerte, sexo, religión, pesimismo... En Mexico rodó cine en principio "comercial", vehículos para las estrellas del cine mexicano que Buñuel transformó en su cine, consiguiendo ambas cosas: el éxito de sus estrellas y un cine personal.
Los Olvidados, su tercera película mexicana, retoma Las Hurdes, para un relato de ficción en el que se nos muestra la miseria del mundo que rodeaba a Buñuel (miseria que él no padeció nunca). El relato se resuelve de la manera más trágica, sin ningún consuelo para nadie.
Nazarín (México 1958) es la primera película de Francisco Rabal con Buñuel, sobre una novela de Pérez Galdós. Es el relato de un "auténtico cristiano" incapaz de serlo en un mundo dominado por otras fuerzas. Finalmente la fe de Nazario se tambalea y así termina la película, con los tambores de Calanda sonando. Ganó el Gran Premio de Cannes en 1959.
Viridiana supone la vuelta de Buñuel a España. Buñuel no tuvo ningún problema con el Franquismo, exceptuando algunos cortes de censura y la prohibición de esta misma película (se estreno finalmente en 1977). Curiosamente sí los tuvo en EEUU como autor de La Edad de Oro. Es una historia parecida a la de Nazarín y de nuevo el pesimismo: ninguna actitud es válida, todo conduce al fracaso. Fue Palma de Oro en Cannes 1961.
En El Angel Exterminador (México 1962) unos burgueses reunidos para cenar descubren que no pueden abandonar el salón de la casa, una fuerza irresistible se lo impide. Se comportan a partir de entonces como víctimas de un naufragio, su desesperación y sus miserias salen a flote. Consiguen salir recreando como actores el mismo momento en que comenzó el fenómeno. Poco después todo se repite, esta vez en una Iglesia.
Bella de Día ( Francia-Italia 1966) es la historia una mujer que aparentemente lo tiene todo (familia, posición...) pero su sexualidad la domina y la obliga a arriesgarlo. En sus ratos libres ejerce como prostituta. Al principio todo funciona muy bien y se siente "realizada" y liberada. Sin embargo por cuestión de celos su marido recibe un disparo y queda paralítico. Ella se queda con él y no puede evitar un sentimiento de culpa.
El Discreto Encanto de la Burguesía (Francia-España-Italia 1972) vuelve a arremeter contra la sociedad. Los burgueses son hipócritas, estafadores, reprimidos... Fue premiada con el Oscar a la mejor película extranjera en 1972. Algunos de los más prestigiosos directores de Hollywood quisieron estar con Buñuel, Hitchcock le recibió llamándole: el mejor y más modesto de todos nosotros.
Dirigió su última película Ese Oscuro Objeto del Deseo en 1977, hasta su muerte en 1983 vivió en su casa de México rodeado de su familia y amigos cercanos. Escribe junto a Jean-Claude Carrière su autobiografía El Ultimo Suspiro.

FILMOGRAFIA
  • Un perro andaluz (Francia 1927).
    De dos sueños de Dalí y Buñuel nació el surrealismo cinematográfico. El ojo cortado, las hormigas en la mano y los burros sobre el piano son imágenes que acuñan la liberación expresiva de un arte neonato, el cine, que no necesitaba explicaciones lógicas ni psicológicas para llegar hasta lo más alto. Un perro andaluz reivindicaba el precio de la intuición del arte total, la alta cotización del cine como vehículo de creación de emociones, repulsivas o atractivas.
  • La edad de oro (Francia 1930).
    Es una declaración de principios en toda regla. Liberado Buñuel de las preocupaciones pictóricas de Dalí, reunió a modo de catálogo todas las constantes de su obra: sexo, represión, deseo, moral y religión. De un atrevimiento insólito incluso en el ámbito de los movimientos de vanguardia, fue producida gracias a la ayuda financiera del vizconde de Noailles. Fue prohibida por el Gobierno francés.
  • Las Hurdes. Tierra sin pan (Documental, España 1932)
    En su escasa media hora de duración, este documental convulsivo y radical, financiado con parte del premio de lotería que le tocó al anarquista Ramón Acín, ponía en crisis sus patrones genéticos: su inabarcable belleza formal superaba los límites de la realidad, pobre y miserable, de la población de Las Hurdes, por otra parte reconstruida por Buñuel para aumentar su efecto devastador en el público. Fue prohibido por la censura, por el retrato que hizo Buñuel de la tierra sin pan de la España rural de la época.
  • Gran Casino (México 1946-47).
    No dejó que el público viera ni un solo beso entre Libertad Lamarque y Jorge Negrete, los divos que protagonizaron su primer filme mexicano. Tal vez por esto esta película de aventuras petrolíferas fue un fracaso absoluto, que le dejó sin trabajo durante tres años.
  • El gran calavera (México 1949)
    La rodó a cambio de disponer de la más absoluta libertad creativa en su próximo proyecto. Este melodrama latino y cómico, protagonizado por un borracho desclasado, queda en la memoria gracias a una secuencia inicial donde pies y zapatos ayudan a definir a los personajes. Un accidente simpático que anunciaba compromisos mayores.
  • Los olvidados (México 1950).
    Premio a la mejor realización, de la crítica y premio Fipresci del Festival Cannes 1951.
    Buñuel descubrió que el documental podía ser el mejor vehículo para superar los límites no narrativos del surrealismo en esta terrible radiografía de la vida de los niños pobres en México, que supuso su renacer como cineasta mayor. Su implacable visión del lumpen azteca, protagonizada por actores no profesionales, levantó ampollas entre los intelectuales mexicanos y entusiasmó a los surrealistas.
  • Susana. Demonio y carne (México 1950)
    Susana era la esencia del eterno femenino buñeliano. Este melodrama erótico, desprovisto de sutilezas simbólicas, atacaba a la moral religiosa y a la moral masculina, siempre tan primaria. La ironía volvía a campar a sus anchas en el filme de Buñuel.
  • Don Quintín el amargao (México 1951)
    Lo que Buñuel llamaba película alimenticia es una versión del sainete de Carlos Arniches y José Estremera, obra que ya adaptó en 1935, dirigida por Luis Marquina. Se estrenó en un cine de tercera fila y es un filme menor, pequeño e insignificante.
  • Una mujer sin amor (México 1951)
    Culebrón desmelenado resultante de una paresurada adaptación del "Pierre et Jean" de Guy de Maupassant, filmado años antes por André Cayatte. Según Buñuel, la peor película que hizo nunca.
  • Subida al cielo (México 1951-52).
    Premio de la crítica al mejor Film de Vanguardia del festival Cannes 1952.
    El autobús como microcosmos social y sentimental, como cuna del deseo y de la muerte. En esta celebración de la felicidad, comedia popular llena de laica vitalidad del pueblo mexicano, Buñuel combinó neorrealismo y surrealismo en una demostración palpable de uno de sus célebres aforismos: "Yo creo que no debe haber una sola dimensión de lo real, sino todas las dimensiones posibles".
  • El bruto (México 1952)
    Las dificultades con las que se encontró Buñuel no impidieron que este borrador de "El" se convirtiera en un filme notable, de una fuerza bruta de alto voltaje.
  • Robinson Crusoe (Estados Unidos 1952)
    A pesar de que la novela de Defoe no le entusiasmaba, Buñuel encontró varios puntos de interés en Robinson Crusoe que se transformó en un experimento con varios deslices surrealistas, iluminado en eastmancolor por el que invirtió tres meses en el rodaje.
  • El (México 1953)
    Paranoico, fetichista, católico, enloquecido: así es el protagonista de una de las películas más complejas de su filmografía. Es una de las más sofisticadas en su estructura narrativa y una de las más arriesgadas a nivel técnico. No es un tratado sobre los celos y la obsesión sexual, sino que refleja los usos y costumbres de los que Buñuel entendía como un perfecto caballero burgués.
  • La ilusión viaja en tranvía (México 1953)
    Es un delicioso recorrido neorrealista por el populismo en blanco y negro de la cultura mexicana. Toques exóticos de nacionalidad surreal: una persecución entre el Diablo y el Espíritu Santo, las beatas del Cristo Sangrante que suben al tranvía 133.
  • Abismos de pasión (México 1954)
    Versión arrebatada de "Cumbres borrascosas" que entusiasmaba a los surrealistas. Es el encuentro entre el Romanticismo y el Surrealismo. Buñuel escribió una primera adaptación en 1933 y tuvo que esperar hasta el 1954 para filmarla.
  • El río y la muerte (México 1954)
    La batalla entre la civilización y la barbarie no está contada aquí con la misma eficacia que en "Robinson Crusoe". Al cineasta le disgustaba haber adaptado una novela de "tesis" de Alvarez Acosta sin tener oportunidad de redecorarla. Pateada en el Festival de Venecia, demuestra que los genios también pueden trabajar bajo presión. La rodó en dos semanas.
  • Ensayo de un crimen (México 1955)
    Segundo, después de "El", de los estudios psicológicos que Buñuel hizo en su época mexicana. La cadena de crímenes frustrados que conforma la vida de Archibaldo de la Cruz, enfermizo fetichista, no ilustra otra cosa que la amplia distancia que separa el deseo humano de su consecución.
  • Así es la aurora (Francia-Italia 1955)
    Vapuleada por la crítica, pero le encantaba a Buñuel. Aunque no está a la altura de los guiones que podría haber hecho con Jean Ferry, al cineasta aragonés no le faltaron razones para gustarle esta adaptación de la novela de Enmanuel Robles el "amour fou". Académico anarquismo.
  • La muerte en este jardín (Francia-México 1956)
    En esta película de yacimientos mineros y rebeliones en un país latinoamericano imaginario, hay poco de Buñuel, si exceptuamos el personaje del misionero Lizardi.
  • Nazarín (México 1959).
    Gran premio Festival de Cannes 1959.
    Si Sade habló de "las desventuras de la virtud", Nazarín sería, en vez de un personaje galdosiano un héroe sadiano. La película, que no es católica ni anticatolica provocó la confusión entre una crítica que quería catalogar a Buñuel como un ateo subversivo.
  • Los ambiciosos (México 1959)
    Ambientada en una república bananera, esta fábula política no le interesó a Buñuel. Considerada por la crítica como "panfleto de encargo", Buñuel lo consideró su peor filme francés.
  • La joven (Estados Unidos-México 1960).
    Mención Festival Cannes 1960.
    Extraño buceo en el hermético universo del gótico sueño por parte de Buñuel que evita el posicionamiento o la parcialidad. Una "rara avis" producida por los americanos que huían de la caza de brujas.
  • Viridiana (España-México 1961).
    Palma de Oro y premio de la Sociedad de Escritores del Cine en Cannes 1961.
    La película es otra reflexión sobre la inutilidad de la búsqueda de lo Absoluto, teñida de fetichismo y socavada por un sarcástico surrealismo. Tardó más de veinticinco años en estrenarse en España, cosechando una fama de malditismo blasfemo que multiplicó su postergado éxito comercial.
  • El ángel exterminador (México 1962).
    Premio Fipresci y premio de la Sociedad de Escritores del Cine en Cannes 1962.
    La clase burguesa no puede hacer lo que quiere hacer. Atada de pies y manos, es incapaz de liberarse de las convenciones morales. Sólo así se puede entender esta excepcional secuela mexicana de "El discreto encanto de la burguesía", cargada de símbolos sin significado e imágenes de inquietante poder hipnótico. Buñuel no tuvo necesidad de poner bombas para dinamitar la estructura de clases.
  • Diario de una camarera (Francia-Italia 1963)
    Otra vez las botas, los pies, la lucha dialéctica entre clases dirigentes y clases sometidas.
  • Simón del desierto (México 1965).
    León de Plata de San Marcos del Festival de Venecia 1965.
    Santo iluminado víctima de su devoción, Simón vive encima de una columna, tentado por un diablo femenino, con barba y un cordero entre sus brazos. Hiperrealismo y espiritualismo paródico coincidían en este mediometraje a la fuerza.
  • Bella de día (Francia-Italia 1967).
    León de Oro de San Marcos del Festival de Venecia 1967.
    La doble vida de la protagonista, burguesa y puta, se complementa con intermitentes fugas de conciencia, en las que el fustigamiento, el dolor y el placer se confunden en un solo acto libertario. Las transiciones entre realidad e imaginación preludian la progresiva desestructuración del cine de Buñuel.
  • La Vía Lactea (Francia-Italia 1969)
    La "Historia de los heterodoxos españoles" de Menéndez y Pelayo y la revolución juvenil de mayo del 68 se fundían en una personal revisión de la novela picaresca española, la peregrinación de dos mendigos por un Camino de Santiago trufado de ideas terroristas: en esta visita guiada por las herejías generadas por el cristianismo se fusilaba al Papa y se crucificaba a una monja. Buñuel aseguró que su película está repleta de citas literales sacadas del Evangelio.
  • Tristana (España-Francia-Italia 1969)
    De la novela de Galdós, a la que consideraba un folletín cursi, a Buñuel sólo le interesaba la pierna ortopédica de Tristana. La debilidad del hombre, preso de sus obsesiones sexuales frnete a la crueldad de una mujer resentida y gélida reaparece en esta coproducción hispano-franco-italiana.
  • El discreto encanto de la burguesía (Francia-España-Italia 1972).
    Oscar de Hollywood a la mejor película extranjera 1972.
    Revisión lúdica de "El ángel exterminador". Un grupo de burgueses intentan comer, una y otra vez, pero no pueden. Ese eterno y divertido "coitus interruptus" está estructurado como un complejo juego de muñecas rusas en el que la distinción entre la realidad y sueño es inexistente.
  • El fantasma de la libertad (Francia 1974)
    Buñuel juega a los dados con la poética inexistente; es más fiel al teatro del absurdo que al surrealismo. De este modo, lo "normal" es que los burgueses defequen en comunidad y se encierren en el baño para comer. Es su última obra maestra.
  • Ese oscuro objeto del deseo (Francia-España 1977)
    Socarrón testamento cinematográfico que sintetiza la relación hombre-mujer en el cine de Buñuel. Reaparecen las situaciones reiterativas, al muere se bifurca en dos rostros y el ciclo se cierra. Es una graciosa película de encargo, un feliz y desenfadado repaso a todos los temas de su filmografía.

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