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Pensacola y Málaga recuerdan a Bernardo de Gálvez en la bahía que atravesó en solitario hace 241 años

Diputación de Málaga

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Pensacola y Málaga recuerdan a Bernardo de Gálvez en la bahía que atravesó en solitario hace 241 años

El presidente de la Diputación, Francisco Salado, agradece a los EE.UU. y a Macharaviaya que mantengan vivo el recuerdo al que fue héroe malagueño

En mitad de la bahía de Pensacola, a bordo de un barco, esta ciudad norteamericana, Macharaviaya y la provincia de Málaga han rendido un homenaje póstumo al malagueño Bernardo de Gálvez, considerado héroe de la independencia de los Estados Unidos, al cumplirse 241 años de su entrada en solitario para liberar esta plaza de las tropas británicas.

El presidente de la Diputación Provincial, Francisco Salado, ha explicado en el acto marítimo que “la acción era tan peligrosa que los barcos españoles que aguardaban fuera se negaron a acompañarle. Ahí fue cuando nuestro héroe, con la famosa frase que se le atribuye de ‘Yo solo’, se adentró en estas aguas a bordo de su bergantín sorteando la artillería británica que procedía de Barrancas Coloradas. Esta heroicidad de Gálvez permitió conquistar Pensacola y contribuir así a la independencia de los Estados Unidos de América”.

Salado, en nombre del Gobierno provincial de Málaga, ha agradecido “al noble pueblo de Pensacola” su empeño en no olvidar “la hazaña de este malagueño, que cada año honra aquí su memoria”. También ha destacado el interés y dedicación del alcalde de Macharaviaya, Antonio Campos, por mantener vivo el recuerdo de su hijo más ilustre. “Campos es el punto de unión entre Pensacola y Macharaviaya, ciudades que están hermanadas”, ha dicho.

Por último, el presidente de la Diputación ha expresado su respeto y admiración “a los caídos en esta y otras batallas que llevaron a la independencia de los Estados Unidos y a las Hijas de la Revolución Americana”.

Dos marinos de la base naval de Pensacola han interpretado el toque de oración a la vez que el sacerdote ha pronunciado un responso por los caídos en la liberación de la ciudad. Salado, Campos y la vicecónsul de España en Pensacola, María Davis, arrojaron una corona de flores rojos y amarillas simulando la bandera española.