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Gestión de aguas residuales: Una solución basada en la naturaleza

Diputación de Málaga

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Gestión de aguas residuales: Una solución basada en la naturaleza

Las soluciones basadas en la naturaleza hacen referencia a las soluciones frente a desafíos a los que se enfrenta la sociedad que están inspiradas y respaldadas por la propia naturaleza

Dichas soluciones son rentables económicamente, y proporcionan a su vez beneficios medioambientales y sociales. En el caso de la gestión de aguas residuales, se pueden mejorar los recursos hídricos mediante la conservación de las cabeceras de las cuencas hidrográficas o regulando los flujos naturales. Estas infraestructuras verdes pueden reducir los costes de los servicios de agua a todos los niveles. Además, debemos recordar que en muchos casos, las infraestructuras tradicionales no son respetuosas con el medio ambiente, y además, requieren de otros recursos que son finitos. Terminar con esta dependencia es también otra ventaja implícita de contar con la propia naturaleza.

El problema es que habría que implementar a nivel mundial una serie de medidas que implicarían un gran cambio. Hablamos por ejemplo de la rotación de cultivos, la reforestación de grandes áreas, la eliminación de especies invasoras o la protección estratégica de terrenos, entre otras muchas medidas.

Retos en la gestión de aguas residuales con soluciones naturales

En España, el principal reto de la gestión de aguas residuales implementando soluciones basadas en la propia naturaleza es concienciar a la sociedad y a los gobiernos del potencial de estas soluciones para mejorar la seguridad hídrica. Las infraestructuras grises o artificiales están estandarizadas y estamos demasiado acostumbrados a ellas. Es la vía fácil, y además, la que conocemos. Cambiar esa forma de pensar es complicado.

Cada vez notamos más las consecuencias del cambio climático, y parece que vamos tomando conciencia del problema que supone y cómo va a afectar a nuestra vida. Ahora falta que entendamos que hay muchas medidas que podemos poner en juego para frenar esa situación, como las soluciones basadas en la naturaleza.

Todos somos conscientes de los riesgos de las sequías o las inundaciones, pero tenemos un gran desconocimiento sobre otros aspectos como el impacto de la agricultura intensiva en la calidad del agua. Esto nos lleva al segundo gran reto, que es divulgar el conocimiento sobre la efectividad y los beneficios de estas soluciones naturales. No se han llevado a cabo demasiados estudios al respecto, lo que se traduce en una barrera para su aceptación. Sería importante darle difusión a los casos de éxito, que no son pocos, y mostrar cómo la cooperación entre diferentes entidades e instituciones terminan arrojando datos más positivos.

Acción política para la gestión de aguas residuales con la naturaleza

Nuestra legislación permite un gran margen de maniobra para realizar la gestión de aguas residuales implementando soluciones naturales. El problema es que requiere un mayor incentivo. No existe todavía una normativa concreta y específica para las soluciones basadas en la naturaleza, pero aún así, encajarla dentro de la regulación medioambiental sería muy sencillo, porque lo que si existe es una regulación de protección medioambiental.

Las infraestructuras verdes están reguladas en la ley 42/2007 de patrimonio natural y biodiversidad, y no elimina las infraestructuras tradicionales, sino que busca complementarlas para optimizar estos procesos. Incluso el Plan Hidrológico Nacional establece reservas hidrológicas por cuestiones ambientales.

Una manera de fomentar la acción de las empresas sería poner en marcha una regulación para los pagos por servicios ambientales. Este nuevo modelo de financiación se lleva a cabo en muchos países de Europa, pero aquí, todavía tenemos que desarrollarlo.

La distribución de competencias entre las diferentes administraciones públicas se traduce en que ninguna medida relacionada con el agua compete a una única institución, por lo que la coordinación y la acción conjunta se convierten en un problema.

El modelo de gobernanza necesita un enfoque más amplio que el de municipio o comunidad, y considerar una cuenca hidrográfica como un elemento global a tratar. Sería necesario imponer un marco de actuación definiendo la colaboración entre las diferentes administraciones y sus correspondientes responsabilidades.

Consejos a los ciudadanos para una correcta protección del agua

No queremos terminar este artículo sin daros algunos consejos para mejorar la gestión del agua en casa. Como siempre decimos, cada pequeña acción individual suma. Y la lucha contra el cambio climático y la contaminación, necesitamos sumar mucho.

El agua es un recurso natural imprescindible para nuestra supervivencia. No es un bien infinito, por lo que gestionar su consumo y evitar la contaminación no es algo opcional.

El consumo de agua tanto individual como industrial se ha disparado, y se prevee que para 2040, una quinta parte de los países del mundo sufrirán fuertes restricciones de agua. Por eso, tenemos que empezar a cambiar esta situación desde casa. Para ello, podemos llevar a cabo las siguientes acciones:
– Recoger el agua de lluvia con canaletas o barriles y utilizarla para la limpieza del hogar, regar plantas, ducharse e incluso para cocinar si se hierve previamente.
– No tires el agua que sobra en los vasos o botellas. Reutilízala para regar. Puedes hacer lo mismo con el agua de hervir las verduras.
– En lugar de utilizar el lavavajillas, independientemente de que tenga un programa ecológico, puedes utilizar un lebrillo o una tina con agua para fregar los platos.
– Aunque es un poco más complejo, puedes plantearte instalar un sistema de reciclado de aguas grises, y podrás reutilizar cerca del 30% del agua usada en la cocina.
– No dejes el grifo abierto para lavarte los dientes o afeitarte.
– Dúchate en lugar de bañarte, y cuando lo hagas, no dejes el grifo abierto todo el rato.