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ARTE SACRO ACTUAL EN MÁLAGA

Diputación de Málaga

ARTE SACRO ACTUAL EN MÁLAGA

Arte Sacro Actual en Málaga

Del 11 de marzo al 16 de abril de 2021
Horario salas : 11h a 14h y de 17 a 21h
Inauguración: 11 de marzo a las 11h

Sala 2 de exposiciones del Centro Cultural MVA

Comisario

Elías de Mateo Avilés

Artistas

Pintores y dibujantes

Félix Revello de Toro
Raul Berzosa Fernández
José Palma Santander
Antonio Montiel González
Leonardo Fernández González
Concepción Quesada Ruiz
Eugenio Chicano Navarro
Manuel Higueras García
Fernando Prini Betés

Imagineros

Suso de Marcos
José María Ruiz Montes
Juan Vega Ortega

Los estudiosos consideran como arte religioso cristiano a la pintura y a la escultura que representan escenas del Antiguo y del ¬Nuevo Testamento, de la vida de Jesús y de su Madre, y de los santos, así como momentos decisivos de la trayectoria de las comunidades cristianas. Asimismo podemos considerar arte sacro retratos de personajes relevantes en la historia de la Iglesia, espacialmente de su jerarquía y del clero, así como de las religiosas.

La pintura y la escultura religiosa se erigieron entre los siglos IV y XIX después de Cristo en hegemónicas dentro del arte europeo y del próximo oriente, y desde el siglo XVI como preponderante en el Nuevo Continente.

Tan solo el proceso de secularización iniciado a partir de la centuria decimonónica, unido a la simultánea aparición de los movimientos artísticos de vanguardia que llegaron a romper incluso con la figuración, fueron progresivamente relegando al arte sacro figurativo a una posición secundaria, casi marginal, situación que ha llegado hasta nuestros días. Para colmo, una interpretación errónea de las directrices estéticas sobre este tema, emanadas del Concilio Vaticano II, condujeron al arte religioso católico a una situación de casi absoluto desconcierto, hasta el punto de que algunas de sus obras contemporáneas no llegan a cumplir su función esencial que no es otra que «mover a devoción». Porque esa finalidad utilitaria, junto con la asunción de la tradición estética y artística que arranca de Egipto y madura definitivamente en Grecia y Roma, marca sin duda el éxito de la pintura y escultura religiosa de siglos pasados.

El arte religioso —el de ayer, el de hoy y el de mañana— está obligado, por su propia naturaleza, a acercar a cualquier persona, y de manera especial a los creyentes, a los grandes hitos y misterios del Cristianismo, a imitar la conducta, las virtudes de Jesús, de la Virgen y de los santos, y a reflexionar sobre los milagros que ellos llevaban a cabo. También a conocer visualmente, de una manera prioritaria, los grandes hitos del plan divino para la salvación de la humanidad, que culminó sin duda con el nacimiento, la pasión, la muerte y la resurrección del hijo de Dios, y en la labor de la Iglesia por Él fundada. Con la exposición «Arte sacro actual en Málaga», la Delegación de Cultura de la Diputación Provincial quiere ofrecer en unas fechas tan significativas como la Cuaresma y la Semana Santa una panorámica amplia y sugerente de la pujante y prometedora realidad actual del arte religioso en nuestra ciudad y provincia.

Para ello se han convocado a doce artistas de reconocido prestigio. Ellos, combinando sabiamente tradición y modernidad, han puesto las bases para un auténtico renacimiento, una auténtica explosión de creatividad que ha convertido a Málaga, en estas décadas iniciales del siglo XXI, en referente incuestionable de lo que podíamos denominar «nuevo arte sacro».

Los creadores presentes en la muestra: nueve pintores y dibujantes, y tres escultores, mejor tendríamos que hablar de imagineros, representan al menos tres generaciones de artistas. En ellos pueden detectarse múltiples tendencias estéticas, pero con el denominador común de una nunca desmentida fidelidad a la figuración. Raúl Berzosa, Eugenio Chicano, Leonardo Fernández, Manuel Higueras, Suso de Marcos, Antonio Montiel, Pepe Palma, Fernando Prini, Conchi Quesada, Félix Revello, José María Ruiz Montes y Juan Vega no agotan, en absoluto, el panorama de la plástica religiosa actual en Málaga, pero sí ofrecen un elenco representativo de la misma.

Por otra parte, dentro de la pluralidad en su formación, su estética, en las técnicas y en los soportes utilizados que puede observarse en todas y cada una de sus obras, todos ellos hacen gala de una cercanía y una identificación total con los postulados del creyente cristiano. También es preciso destacar la redundancia de determinadas advocaciones, sobre todo marianas tremendamente populares, tales como la Esperanza o la Virgen del Rocío. Para el visitante resultará muy revelador enfrentar y comparar como aborda cada creador un mismo icono con su peculiar estilo y bagaje técnico.

Por veteranía y relevancia es preciso destacar aquí, en primer lugar, la figura y la obra religiosa y cofrade de Félix Revello de Toro, decano de los pintores malagueños y, con seguridad, el más galardonado y afamado dentro y fuera de España. Él está presente en esta muestra con dos óleos emblemáticos de esta faceta de su arte: el Cristo de Mena (1984) y Ntra. Sra. de la Soledad (1990). En el primero, inspirándose en la primigenia talla de Mena, extrae todos los valores pictóricos, cromáticos y anatómicos del bellísimo semidesnudo ¬—Apolo cristianizado— desde una perspectiva lateral. Por el contrario, al tratar la figura de La Soledad, como siempre que plasma imágenes marianas cofrades, humaniza el rostro de la Virgen y aplica sus maravillosos blancos a la elegantísima y singular toca característica del atuendo de esta imagen.

Del recientemente fallecido Eugenio Chicano, uno de los creadores que introdujo la modernidad en Málaga con su permanente reinterpretación y reelaboración de la estética pop y del muralismo de raíz mejicana, se nos ofrecen dos obras muy significativas. El Santísimo Cristo Coronado de Espinas (2003) es una de sus múltiples interpretaciones de esta imagen cofrade. En ella aplica, sobre un dibujo seguro, una gama cromática a la vez provocadora y equilibrada. Con Pentecostés (2019), su última creación, representa con una acertada composición y disposición de los personajes un momento clave del origen de la Iglesia. Aquí, Chicano mantiene la tradición en la composición y disposición de los personajes, pero actualiza y esquematiza los ropajes y los rostros. Un valor ya consolidado dentro de la pintura religiosa, no solo en el ámbito español sino internacional, Raúl Berzosa concurre a esta muestra con María Santísima de la Esperanza (2018) donde con una maestría técnica insuperable refleja un primer plano de uno de los grandes iconos marianos de Málaga. En esta obra, como en el resto de su pintura, la belleza se pone al servicio de la devoción; un camino para acercarse, en este caso, a la Madre de Dios. Y con la creatividad dedicada al Centenario de la coronación canónica de la Virgen del Rocío (2019) cuya misión era figurar como motivo gráfico en el sello conmemorativo que con tal ocasión editó la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, aborda con el preciosismo detallista que le caracteriza el rostro de la imagen mariana de gloria más popular de Andalucía, con su característico rostrillo al que rodea de doce estrellas blancas simbólicas.

El veterano dibujante y pintor José Palma, cuyas creaciones resultan tan populares y celebradas dentro del mundo cofrade malagueño, presenta dos de sus carteles más emblemáticos. En Simbolismo cofrade, cartel oficial de la Semana Santa de Málaga (2011), muestra su maestría en este difícil género. Formado como cartelista de cine, en aquellas grandes composiciones que se montaban sobre las fachadas de las salas cinematográficas hace décadas, en esta obra desarrolla una composición en «Y» que enmarca el rostro de una dolorosa entre los capirotes de dos nazarenos, mientras que la capa de uno de ellos recoge el paso de misterio de la Archicofradía de la Sangre. Y en el Cartel del Vía Crucis Jubilar (2000) dispone cinco cristos, titulares de otras tantas cofradías, en torno a la torre de nuestra catedral con un claro ¬simbolismo.

Leonardo Fernández, celebrado pintor costumbrista, heredero de la tradición pictórica malagueña del XIX, donde los protagonistas recurrentes son el agua y la luz dentro de sus paisajes y bodegones, nos ofrece para esta muestra el Cartel de la salida procesional de la Hermandad del Prendimiento (2018), con la Virgen del Gran Perdón como principal protagonista. Aquí demuestra su maestría como pintor hiperrealista, en los detalles y en el rostro de la imagen, ubicada en un entorno celestial y con un resplandor que surge tras su corona. Pero Leonardo no solo domina el óleo como demuestra el dibujo al pastel de Cristo Ecce Homo, obra que ha guardado para su propia colección privada y que refleja con su característico preciosismo a cristo semidesnudo y atado presentado a la multitud por Pilatos.

De Antonio Montiel, uno de los retratistas de referencia actuales, tanto dentro como fuera de España, en plena madurez creadora, contamos con la obra Estudiantes (2006), cartel oficial anunciador de la Semana Santa de aquel año. En la misma, sorprendió y asombró a todos humanizando la talla del Coronado de Espinas que dialoga con la mirada con un niño nazareno que une además sus manecillas con las del Señor de Estudiantes. Aquí se plasma, en una escena concreta, la máxima de Jesús cuando afirmó «dejad que los niños se acerquen a mí». Su manejo de la técnica pictórica resulta tan excelso que el espectador llega a percibir el pálpito vital en ambos protagonistas. En su Cristo de la Expiración (2019), obra reciente de pequeño formato nos muestra su maestría con la técnica del pastel.

La pintora y escultora Conchi Quesada, nacida en Zafarraya (Granada), y formada en la malagueñísima Escuela de Arte San Telmo, de gran proyección y éxito fuera de su tierra, ha puesto desde hace años su pericia técnica y un hiperrealismo contenido al servicio del arte devocional. Ha deseado que esté presente en esta muestra con dos de sus obras más recientes. En su Santísimo Cristo de la Sangre (2020), se adentra en una cierta ensoñación mágica, insertando dentro del paño de pureza del crucificado las imágenes de nuestra catedral y del templo de San Felipe Neri, sede de la Archicofradía. Por otra parte, en María Santísima del Rocío (2020), recientísimamente presentada, realiza su personal interpretación de la Blanca Paloma.

Dentro de la obra pictórica de Manuel ¬Higueras, llena de lirismo y connotaciones mágicas y místicas y con una insuperable técnica hiperrealista, destacan sobremanera los temas religiosos y devocionales. Su Virgen de la Esperanza (2013), que sirvió como cartel anunciador de los actos conmemorativos del XXV aniversario de la coronación canónica de esta imagen, es una obra que llega inmediatamente al espectador. La Esperanza no es que esté pintada, es que está ahí, delante del espectador, esperando su oración y sus peticiones. La Inmaculada, perteneciente a su colección personal, es en realidad el retrato de una joven con connotaciones étnicas ataviada con manto y túnicas con los colores inmaculistas.
La larga y brillante trayectoria como diseñador cofrade de Fernando Prini, se completa con una obra menos conocida como dibujante de temas religiosos, su Ángel mancebo (1993), de técnica mixta sobre papel, con la azucena en la mano, símbolo de pureza, inocencia y virginidad, resulta ser una creación tributaria de los modelos barrocos, pero actualizándolos con una cierta estética del cómic clásico de líneas amables y dulces. Esperanza en su Gran Amor (1999) es un dibujo a tinta, alegórico del Crucificado de la Hermandad de la Salud de la parroquia de San Pablo. Para los especialistas, la elegancia, la mesura y la pulcritud son característicos de la obra de este artista.

Dentro del campo de la imaginería nos encontramos con las obras del veterano Suso de Marcos. Desde su llegada a Málaga, procedente de su Galicia natal, como profesor de talla de la Escuela de Arte San Telmo, ha cultivado, como un Jano bifronte, tanto la escultura religiosa y monumentalista contemporánea, como la imaginería. En esta muestra nos presenta un Cristo de la Columna (2020), sin policromar, de tamaño natural con un valiente contraposto e influencias miguelangelescas y del barroco andaluz. Por el contrario, en Lavatorio (1979) realiza un atrevido relieve sobre este episodio evangélico donde se resaltan las calidades de una talla preciosista y la madera utilizada.

De José María Ruiz Montes se puede afirmar que es ya uno de los imagineros más relevantes de Andalucía. Su personal hiperrealismo se combina con una policromía muy personal y unas extraordinarias dotes para el modelado. En esta exposición pueden admirarse dos bocetos, nunca expuestos, de obras por las cuales siente una gran predilección: el de Ntra. Sra. de Buen Camino, de la capilla Virgen Inmaculada de Gamarra (2017), actualiza el modelo de Dolorosa de Mena y nos permite comprobar un exquisito trabajo sin el artificio de la policromía. Por su parte, en el Cristo del Perdón, de la iglesia de Ntra. Señora de Gracia, en Puertollano (2018), nos acerca a un semidesnudo apolíneo con unas excelentes y palpitantes calidades.

Por su parte, el otro gran imaginero malagueño actual de enorme proyección en el resto de Andalucía y de España, Juan Vega, practica una estética que algún estudioso ha calificado de hipernaturalismo, que atempera en sus últimas creaciones con un cierto idealismo presente tanto en los rostros como en la disposición de las figuras. Al principio de su producción estuvo influido por la escultura procesional de la posguerra para luego decantarse por un estilo personal. En su Ecce-Homo (2020) combina el barro negro, el hierro y la madera con resultados sorprendentes y acertados. Tributaria de la estética y los modelos de Mena, pero actualizándolos y reinterpretándolos es su Dolorosa (2015) que tiene como modelo un rostro femenino joven actual con un resultado insuperable.

Nota de los organizadores:

La súbita aparición de la pandemia originada por el Covid-19, la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno de España y el confinamiento de toda la población de nuestro país el día 14 de marzo de 2020 obligó a suspender esta exposición.
Ahora, y adoptando todas la normativa exigida por las autoridades sanitarias, retomamos este proyecto ilusionante.

11h a 14h y de 17 a 21h de lunes a viernes
Entrada gratuita con las restricciones derivadas del Covid 19.
Centro Cultural MVA, Málaga..
Calle Ollerias 34, 29012, Málaga
Exposición
3/11/20214/16/2021Europe/MadridARTE SACRO ACTUAL EN MÁLAGADiputación de Málaga

Arte Sacro Actual en Málaga

Del 11 de marzo al 16 de abril de 2021
Horario salas : 11h a 14h y de 17 a 21h
Inauguración: 11 de marzo a las 11h

Sala 2 de exposiciones del Centro Cultural MVA

Comisario

Elías de Mateo Avilés

Artistas

Pintores y dibujantes

Félix Revello de Toro
Raul Berzosa Fernández
José Palma Santander
Antonio Montiel González
Leonardo Fernández González
Concepción Quesada Ruiz
Eugenio Chicano Navarro
Manuel Higueras García
Fernando Prini Betés

Imagineros

Suso de Marcos
José María Ruiz Montes
Juan Vega Ortega

Los estudiosos consideran como arte religioso cristiano a la pintura y a la escultura que representan escenas del Antiguo y del ¬Nuevo Testamento, de la vida de Jesús y de su Madre, y de los santos, así como momentos decisivos de la trayectoria de las comunidades cristianas. Asimismo podemos considerar arte sacro retratos de personajes relevantes en la historia de la Iglesia, espacialmente de su jerarquía y del clero, así como de las religiosas.

La pintura y la escultura religiosa se erigieron entre los siglos IV y XIX después de Cristo en hegemónicas dentro del arte europeo y del próximo oriente, y desde el siglo XVI como preponderante en el Nuevo Continente.

Tan solo el proceso de secularización iniciado a partir de la centuria decimonónica, unido a la simultánea aparición de los movimientos artísticos de vanguardia que llegaron a romper incluso con la figuración, fueron progresivamente relegando al arte sacro figurativo a una posición secundaria, casi marginal, situación que ha llegado hasta nuestros días. Para colmo, una interpretación errónea de las directrices estéticas sobre este tema, emanadas del Concilio Vaticano II, condujeron al arte religioso católico a una situación de casi absoluto desconcierto, hasta el punto de que algunas de sus obras contemporáneas no llegan a cumplir su función esencial que no es otra que «mover a devoción». Porque esa finalidad utilitaria, junto con la asunción de la tradición estética y artística que arranca de Egipto y madura definitivamente en Grecia y Roma, marca sin duda el éxito de la pintura y escultura religiosa de siglos pasados.

El arte religioso —el de ayer, el de hoy y el de mañana— está obligado, por su propia naturaleza, a acercar a cualquier persona, y de manera especial a los creyentes, a los grandes hitos y misterios del Cristianismo, a imitar la conducta, las virtudes de Jesús, de la Virgen y de los santos, y a reflexionar sobre los milagros que ellos llevaban a cabo. También a conocer visualmente, de una manera prioritaria, los grandes hitos del plan divino para la salvación de la humanidad, que culminó sin duda con el nacimiento, la pasión, la muerte y la resurrección del hijo de Dios, y en la labor de la Iglesia por Él fundada. Con la exposición «Arte sacro actual en Málaga», la Delegación de Cultura de la Diputación Provincial quiere ofrecer en unas fechas tan significativas como la Cuaresma y la Semana Santa una panorámica amplia y sugerente de la pujante y prometedora realidad actual del arte religioso en nuestra ciudad y provincia.

Para ello se han convocado a doce artistas de reconocido prestigio. Ellos, combinando sabiamente tradición y modernidad, han puesto las bases para un auténtico renacimiento, una auténtica explosión de creatividad que ha convertido a Málaga, en estas décadas iniciales del siglo XXI, en referente incuestionable de lo que podíamos denominar «nuevo arte sacro».

Los creadores presentes en la muestra: nueve pintores y dibujantes, y tres escultores, mejor tendríamos que hablar de imagineros, representan al menos tres generaciones de artistas. En ellos pueden detectarse múltiples tendencias estéticas, pero con el denominador común de una nunca desmentida fidelidad a la figuración. Raúl Berzosa, Eugenio Chicano, Leonardo Fernández, Manuel Higueras, Suso de Marcos, Antonio Montiel, Pepe Palma, Fernando Prini, Conchi Quesada, Félix Revello, José María Ruiz Montes y Juan Vega no agotan, en absoluto, el panorama de la plástica religiosa actual en Málaga, pero sí ofrecen un elenco representativo de la misma.

Por otra parte, dentro de la pluralidad en su formación, su estética, en las técnicas y en los soportes utilizados que puede observarse en todas y cada una de sus obras, todos ellos hacen gala de una cercanía y una identificación total con los postulados del creyente cristiano. También es preciso destacar la redundancia de determinadas advocaciones, sobre todo marianas tremendamente populares, tales como la Esperanza o la Virgen del Rocío. Para el visitante resultará muy revelador enfrentar y comparar como aborda cada creador un mismo icono con su peculiar estilo y bagaje técnico.

Por veteranía y relevancia es preciso destacar aquí, en primer lugar, la figura y la obra religiosa y cofrade de Félix Revello de Toro, decano de los pintores malagueños y, con seguridad, el más galardonado y afamado dentro y fuera de España. Él está presente en esta muestra con dos óleos emblemáticos de esta faceta de su arte: el Cristo de Mena (1984) y Ntra. Sra. de la Soledad (1990). En el primero, inspirándose en la primigenia talla de Mena, extrae todos los valores pictóricos, cromáticos y anatómicos del bellísimo semidesnudo ¬—Apolo cristianizado— desde una perspectiva lateral. Por el contrario, al tratar la figura de La Soledad, como siempre que plasma imágenes marianas cofrades, humaniza el rostro de la Virgen y aplica sus maravillosos blancos a la elegantísima y singular toca característica del atuendo de esta imagen.

Del recientemente fallecido Eugenio Chicano, uno de los creadores que introdujo la modernidad en Málaga con su permanente reinterpretación y reelaboración de la estética pop y del muralismo de raíz mejicana, se nos ofrecen dos obras muy significativas. El Santísimo Cristo Coronado de Espinas (2003) es una de sus múltiples interpretaciones de esta imagen cofrade. En ella aplica, sobre un dibujo seguro, una gama cromática a la vez provocadora y equilibrada. Con Pentecostés (2019), su última creación, representa con una acertada composición y disposición de los personajes un momento clave del origen de la Iglesia. Aquí, Chicano mantiene la tradición en la composición y disposición de los personajes, pero actualiza y esquematiza los ropajes y los rostros. Un valor ya consolidado dentro de la pintura religiosa, no solo en el ámbito español sino internacional, Raúl Berzosa concurre a esta muestra con María Santísima de la Esperanza (2018) donde con una maestría técnica insuperable refleja un primer plano de uno de los grandes iconos marianos de Málaga. En esta obra, como en el resto de su pintura, la belleza se pone al servicio de la devoción; un camino para acercarse, en este caso, a la Madre de Dios. Y con la creatividad dedicada al Centenario de la coronación canónica de la Virgen del Rocío (2019) cuya misión era figurar como motivo gráfico en el sello conmemorativo que con tal ocasión editó la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, aborda con el preciosismo detallista que le caracteriza el rostro de la imagen mariana de gloria más popular de Andalucía, con su característico rostrillo al que rodea de doce estrellas blancas simbólicas.

El veterano dibujante y pintor José Palma, cuyas creaciones resultan tan populares y celebradas dentro del mundo cofrade malagueño, presenta dos de sus carteles más emblemáticos. En Simbolismo cofrade, cartel oficial de la Semana Santa de Málaga (2011), muestra su maestría en este difícil género. Formado como cartelista de cine, en aquellas grandes composiciones que se montaban sobre las fachadas de las salas cinematográficas hace décadas, en esta obra desarrolla una composición en «Y» que enmarca el rostro de una dolorosa entre los capirotes de dos nazarenos, mientras que la capa de uno de ellos recoge el paso de misterio de la Archicofradía de la Sangre. Y en el Cartel del Vía Crucis Jubilar (2000) dispone cinco cristos, titulares de otras tantas cofradías, en torno a la torre de nuestra catedral con un claro ¬simbolismo.

Leonardo Fernández, celebrado pintor costumbrista, heredero de la tradición pictórica malagueña del XIX, donde los protagonistas recurrentes son el agua y la luz dentro de sus paisajes y bodegones, nos ofrece para esta muestra el Cartel de la salida procesional de la Hermandad del Prendimiento (2018), con la Virgen del Gran Perdón como principal protagonista. Aquí demuestra su maestría como pintor hiperrealista, en los detalles y en el rostro de la imagen, ubicada en un entorno celestial y con un resplandor que surge tras su corona. Pero Leonardo no solo domina el óleo como demuestra el dibujo al pastel de Cristo Ecce Homo, obra que ha guardado para su propia colección privada y que refleja con su característico preciosismo a cristo semidesnudo y atado presentado a la multitud por Pilatos.

De Antonio Montiel, uno de los retratistas de referencia actuales, tanto dentro como fuera de España, en plena madurez creadora, contamos con la obra Estudiantes (2006), cartel oficial anunciador de la Semana Santa de aquel año. En la misma, sorprendió y asombró a todos humanizando la talla del Coronado de Espinas que dialoga con la mirada con un niño nazareno que une además sus manecillas con las del Señor de Estudiantes. Aquí se plasma, en una escena concreta, la máxima de Jesús cuando afirmó «dejad que los niños se acerquen a mí». Su manejo de la técnica pictórica resulta tan excelso que el espectador llega a percibir el pálpito vital en ambos protagonistas. En su Cristo de la Expiración (2019), obra reciente de pequeño formato nos muestra su maestría con la técnica del pastel.

La pintora y escultora Conchi Quesada, nacida en Zafarraya (Granada), y formada en la malagueñísima Escuela de Arte San Telmo, de gran proyección y éxito fuera de su tierra, ha puesto desde hace años su pericia técnica y un hiperrealismo contenido al servicio del arte devocional. Ha deseado que esté presente en esta muestra con dos de sus obras más recientes. En su Santísimo Cristo de la Sangre (2020), se adentra en una cierta ensoñación mágica, insertando dentro del paño de pureza del crucificado las imágenes de nuestra catedral y del templo de San Felipe Neri, sede de la Archicofradía. Por otra parte, en María Santísima del Rocío (2020), recientísimamente presentada, realiza su personal interpretación de la Blanca Paloma.

Dentro de la obra pictórica de Manuel ¬Higueras, llena de lirismo y connotaciones mágicas y místicas y con una insuperable técnica hiperrealista, destacan sobremanera los temas religiosos y devocionales. Su Virgen de la Esperanza (2013), que sirvió como cartel anunciador de los actos conmemorativos del XXV aniversario de la coronación canónica de esta imagen, es una obra que llega inmediatamente al espectador. La Esperanza no es que esté pintada, es que está ahí, delante del espectador, esperando su oración y sus peticiones. La Inmaculada, perteneciente a su colección personal, es en realidad el retrato de una joven con connotaciones étnicas ataviada con manto y túnicas con los colores inmaculistas.
La larga y brillante trayectoria como diseñador cofrade de Fernando Prini, se completa con una obra menos conocida como dibujante de temas religiosos, su Ángel mancebo (1993), de técnica mixta sobre papel, con la azucena en la mano, símbolo de pureza, inocencia y virginidad, resulta ser una creación tributaria de los modelos barrocos, pero actualizándolos con una cierta estética del cómic clásico de líneas amables y dulces. Esperanza en su Gran Amor (1999) es un dibujo a tinta, alegórico del Crucificado de la Hermandad de la Salud de la parroquia de San Pablo. Para los especialistas, la elegancia, la mesura y la pulcritud son característicos de la obra de este artista.

Dentro del campo de la imaginería nos encontramos con las obras del veterano Suso de Marcos. Desde su llegada a Málaga, procedente de su Galicia natal, como profesor de talla de la Escuela de Arte San Telmo, ha cultivado, como un Jano bifronte, tanto la escultura religiosa y monumentalista contemporánea, como la imaginería. En esta muestra nos presenta un Cristo de la Columna (2020), sin policromar, de tamaño natural con un valiente contraposto e influencias miguelangelescas y del barroco andaluz. Por el contrario, en Lavatorio (1979) realiza un atrevido relieve sobre este episodio evangélico donde se resaltan las calidades de una talla preciosista y la madera utilizada.

De José María Ruiz Montes se puede afirmar que es ya uno de los imagineros más relevantes de Andalucía. Su personal hiperrealismo se combina con una policromía muy personal y unas extraordinarias dotes para el modelado. En esta exposición pueden admirarse dos bocetos, nunca expuestos, de obras por las cuales siente una gran predilección: el de Ntra. Sra. de Buen Camino, de la capilla Virgen Inmaculada de Gamarra (2017), actualiza el modelo de Dolorosa de Mena y nos permite comprobar un exquisito trabajo sin el artificio de la policromía. Por su parte, en el Cristo del Perdón, de la iglesia de Ntra. Señora de Gracia, en Puertollano (2018), nos acerca a un semidesnudo apolíneo con unas excelentes y palpitantes calidades.

Por su parte, el otro gran imaginero malagueño actual de enorme proyección en el resto de Andalucía y de España, Juan Vega, practica una estética que algún estudioso ha calificado de hipernaturalismo, que atempera en sus últimas creaciones con un cierto idealismo presente tanto en los rostros como en la disposición de las figuras. Al principio de su producción estuvo influido por la escultura procesional de la posguerra para luego decantarse por un estilo personal. En su Ecce-Homo (2020) combina el barro negro, el hierro y la madera con resultados sorprendentes y acertados. Tributaria de la estética y los modelos de Mena, pero actualizándolos y reinterpretándolos es su Dolorosa (2015) que tiene como modelo un rostro femenino joven actual con un resultado insuperable.

Nota de los organizadores:

La súbita aparición de la pandemia originada por el Covid-19, la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno de España y el confinamiento de toda la población de nuestro país el día 14 de marzo de 2020 obligó a suspender esta exposición.
Ahora, y adoptando todas la normativa exigida por las autoridades sanitarias, retomamos este proyecto ilusionante.

Centro Cultural MVA, Málaga., Calle Ollerias 34, 29012, Málaga