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Alejandro Pedregosa comparte con sus lectores un ‘Café cargado de lecturas’

Diputación de Málaga

Alejandro Pedregosa comparte con sus lectores un ‘Café cargado de lecturas’

El escritor estará en el patio del Hotel Molina Lario el lunes 29 de mayo a las 19:30 horas

El lunes 29 de mayo, a las 19:30 horas, el patio del Hotel Molina Lario acoge una nueva convocatoria de los encuentros literarios que reúnen a un autor con el público lector bajo el título ‘Un café cargado de lecturas’, un ciclo que organiza el 27 de la Diputación de Málaga en colaboración con el Aula de Cultura SUR. En esta ocasión, el autor invitado será el poeta y novelista Alejandro Pedregosa, que será presentado por el director del 27, José Antonio Mesa Toré, y el director del Aula de Cultura SUR, Pablo Aranda. La entrada es gratuita hasta completar aforo.

‘Un café cargado de lecturas’ es una propuesta original cuya intención es la de acercar a escritores y lectores en un ambiente distendido en el que los escritores departen relajadamente sobre su obra o, simplemente, la vida misma y el mundo alrededor. Se pretende romper por un rato ese muro que se erige entre autor y lector y acceder a la figura del creador en su dimensión humana, una experiencia que se ha revelado muy positiva, al decir del público de citas anteriores.

Antonio Pedregosa

Alejandro Pedregosa nació en Granada pero pronto se trasladó a Marbella, donde estudió el bachillerato en el IES Sierra Blanca. Allí debutó como cantante y letrista de un grupo juvenil de rock, La ilusión de todos los días. Se licenció en la universidad de Granada en Filología Hispánica, y posteriormente cursó estudios de Teoría de la Literatura con Antonio Carvajal o Luis García Montero como profesores. Comienza a colaborar con la revista universitaria Letra Clara, que dirigiría posteriormente entre el 2000 y 2003.

Luego reparte su vida entre Pamplona y Madrid, sin perder sus lazos con sus ciudades de origen. Actualmente reside en Granada, donde, además de desarrollar su labor como escritor, colabora con el periódico Ideal e imparte cursos de escritura creativa.

En su época estudiantil publica su primer libro de poemas, ‘Postales de Grisaburgo y alrededores’ (Universidad de Granada, 2000), gracias a un accésit del Premio Federico García Lorca de esta universidad. Le sigue ‘Retales de un tiempo amarillo’ (Ayuntamiento de Trujillo,2002), que obtiene el premio Ciudad de Trujillo ese mismo año.  Dos años después publica su primera novela, ‘Paisaje quebrado’ (Germanía, 2002), que le valió el premio de novela corta José Saramago. Cuatro años después de su debut regresa a la narrativa con ‘El dueño de su historia’, una novela que cuenta las vicisitudes de un conspirador antifranquista desde la posguerra hasta la llegada de la democracia.  En 2006 aparece un nuevo libro de poemas, ‘En la inútil frontera’ (Point de lunettes), y al año siguiente se le concede el XXIX premio de poesía Arcipreste de Hita por su poemario ‘Los labios Celestes’ (Pre- textos, 2007).

A partir de 2010 inicia una serie de novela negra de corte costumbrista en la que los escenarios y el ambiente adquieren dimensiones de verdaderos personajes. La primera de ellas, ‘Un extraño lugar para morir’ (Ediciones B, 2010), se sitúa en Pamplona durante las fiestas de San Fermín. A esta le sigue ‘Un mal paso’ (Ediciones B, 2011), ambientada en el Camino de Santiago. La trilogía se completa con ‘A pleno Sol’ (Temas de hoy, 2013), localizada en la plaza madrileña de ese nombre en la primavera de 2011 durante la acampada de los indignados.

En ese mismo año ven la luz su nuevo poemario, ‘El tiempo de los bárbaros’ (Cuadernos del vigía), y su primer libro de relatos cortos, ‘La sombra de Caín’, que recopila algunas de sus colaboraciones en periódicos como Ideal, Hoy, Sur, El correo o El diario vasco. En 2015 publica ‘Hotel Mediterráneo’ (Planeta), una novela sobre la amistad y las segundas oportunidades, con el cancionero de Serrat como trasfondo.

Más allá de la intriga propia del género de la novela negra, la crítica ha destacado el fino sentido del humor que subyace en todas las novelas de Pedregosa. De él también se ha dicho que "sus diálogos son claros y dinámicos, casi siempre entre dos o tres personas máximo, y su narrativa [...] interesante, ágil y relevante, no tiene una palabra de más ni de menos".