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Historia de Villanueva de Algaidas

Diputación de Málaga
Convento de Nuestra Señora de la Consolacion de las Algaidas, Villanueva de Algaidas

Historia de Villanueva de Algaidas

El núcleo de Villanueva de Algaidas tuvo su origen a finales del siglo dieciocho cuando el Duque de Osuna, dueño de estos parajes por entonces, otorgó el permiso para la construcción del Convento de Recoletos de San Francisco de Asís junto al arroyo de Burriana. Ésto hizo que los colonos se instalasen al calor de este convento y levantasen una casa consistorial para administrar a la población desperdigada, conocida como La Rincona, próxima a la actual pedanía de La Atalaya (por cierto, lugar ideal para apreciar la arquitectura serrana). Fue pues, en 1566, cuando el también Conde de Ureña mandó construir dicho convento franciscano, poniendo a su cargo a fray Baltazar de San Pablo, al que le compensó con unas huertas para alimentar a la familia y para que pudiera asistir a los ermitaños y anacoretas que poblaban la zona.

Con el paso de los años, este núcleo comenzó a crecer y se formaron barrios como los de Zamarra, Albaicín y Parrilla que, de nuevo unidos, y tras la segregación de Archidona el 26 de agosto de 1843, dieron lugar al municipio de Algaidas. Originalmente fueron siete los núcleos: los tres citados y Solana, Convento, Atalaya y Herrera. Actualmente sólo se mantienen, como barrios, Atalaya, Herrera y Padilla.

Junto al convento y a la iglesia rupestre (de los siglos doce y trece) fueron surgiendo, como antes mencionábamos, las primeras viviendas de los colonos agrícolas en emplazamientos que apenas distan un kilómetro de la actual Villanueva. Sin embargo, también hay vestigios de tiempos anteriores, como podemos contemplar en la Necrópolis situada en la Loma del Viento, con un sepulcro megalítico que es símbolo serrano de la zona.

El territorio de Villanueva de Algaidas, de algo más de 7.400 hectáreas, está muy repartido por las divisiones producidas en las herencias. Y de él la mayoría lo ocupa el olivar, auténtico motor de su economía local. Muy importante es el valor cinegético de la zona, como se puede observar en las cercanas sierras de El Pedroso y Arcas, en las que más de medio millar de los miembros de la Sociedad de Cazadores disfrutan de esa actividad.

Un vecino especial para este pueblo es el escultor de fama internacional Miguel Berrocal, que fue nombrado hijo predilecto del municipio en1992.