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Historia de Colmenar

Diputación de Málaga
Vista general, Colmenar. Axarquía

Historia de Colmenar

El insigne escritor Vázquez Otero nos cuenta que "cuando los Reyes Católicos se apoderaron de Málaga y de su jurisdicción, no existía Colmenar como tal pueblo, sino que se trataba de una heredad, que la constituían varios cortijos, en uno de los cuales existía asiento de colmenas, todo ello perteneciente a Hamet El Suque, moro vecino de la villa de Comares y alcaide de la misma y de su castillo".

Durante el asedio a Málaga se vendieron estas heredades, confirmadas por los reyes en una cédula de 6 de junio de 1488, pasando a depender de Málaga. Estaban habitadas por musulmanes que siguieron viviendo en la zona como mudéjares.

En tiempo de Felipe Segundo, y para paliar el mal estado de las rentas del estado, se optó por "que se vendieran hasta mil hidalguías a personas de toda clase sin excepción ni defecto de linaje ni otras máculas, la venta de jurisdicciones perpetuas, de los terrenos baldíos de los pueblos, dejando a estos los puramente necesarios". Por real cédula se consentía la venta de la jurisdicción de la naciente villa del Colmenar, que se componía de los cortijos Napolin Alto y Bajo, Barrancos, Peñones, Jaral, Ramos y Colmenar, inscritos en la jurisdicción de Málaga. Fueron comprados por el vecino señor Gómez de Cohalla. Este hecho tuvo lugar en 1777. A partir de ahí comienza su relevancia administrativa hasta el punto que, en 1814, es declarado cabeza de partido judicial, aunque hoy en día han perdido ese "rango".

El pueblo se ubica en una loma y, en su cima, está la Iglesia. En torno a ella, y en esa parte más alta, está la zona antigua. Las calles, aunque estrechas, están bien trazadas y son rectas, descendiendo hacia la parte más baja que, a su vez, es la más espaciosa. Así encontramos la plaza de España, donde se ubica el Ayuntamiento, o la plaza de Carros que, en tiempos más antiguos, era donde paraban los carruajes. Las casas de finales del 19 son de dos y tres plantas. A lo largo del pueblo encontraremos bastantes hornacinas en las fachadas de las casas, ocupando siempre un lugar destacado. Destaca la parroquia de la Asunción, construida entre 1648 y 1658; y junto a ella, lo que se dice que fue el palacio ducal, hoy hogar del jubilado.

La riqueza actual se fundamenta en la producción agraria, básicamente olivar, cítricos y cereales. Los "tinajeros", apelativo con el que también se conocen a la gente de Colmenar, complementan su economía con una buena cabaña de ovinos y caprinos, así como con producción textil.