Museo del Bonsái
El Museo del Bonsai se crea a partir de la colección particular de Don Miguel Ángel García ofertada al alcalde de Marbella, Jesús Gil y Gil, para constituir un museo municipal sobre el tema monográfico del bonsai. El alcalde marbellí acepta la oferta en parte: cede un edificio que se construye ex profeso para museo de bonsais, pero mantiene la colección con titularidad particular. En 1992 se inaugura el museo bajo la dirección de su propietario.
El museo presenta una amplia colección de ejemplares en exposición permanente y algunos para su venta. En la tienda del museo se puede encontrar bibliografía especializada y productos adecuados así como asesoramiento especializado sobre el cultivo de los bonsais. Allí mismo se pueden concertar las visitas guiadas siempre muy convenientes para los aficionados primerizos.
El edificio, obra de los arquitectos Carola Herrero y Roberto Osborne, es un buen ejemplo de construcción museística totalmente puesta al servicio de las necesidades de los especímenes albergados y del público que lo visita. Se organiza alrededor de un patio cubierto con pérgolas sobre un estanque en cuatro crujías: la primera (al sur), dedicada a recepción, venta de entradas, tienda, y servicios; parte de la crujía norte y la del oeste completa están dedicadas a la exposición permanente; el resto de la crujía norte y la crujía este dedicadas a zonas de recuperación, trasplante y otros servicios.
La construcción es sencilla y con cierto aire rústico que ambienta el contenido. Es interesante la solución adoptada para las salas con cubiertas que protegen de la lluvia y del sol en el camino central ocupado por los visitantes, y con redecillas tupidas en los laterales que permiten la ventilación y la lluvia sobre los especímenes. El suelo está cubierto de grava, menos el camino de los visitantes, protegido con maderas, para absorber los riegos, cuyas bocas se encuentran en los techos.
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