¿Sabría usted reconocer a un lagarto?. Claro, seguro que sí. Es un reptil con cola, cuatro patas, sin orejas y ojos con pupilas. Y que puede tener un tamaño desde muy grande a muy pequeño. Pues las lagartijas, diminutivo de lagarto, son los lagartos más pequeños. En Málaga hay tres especies (andaluza, colirroja y colilarga) y la mejor manera de distinguirlas es según el medio donde viven. Lo va usted a ver enseguida.

Lagartija andaluza, dura como nuestras sierras

Es la lagartija de cola más pequeña y colores menos llamativos y verdosos. Pero sobretodo la reconocerá usted porque vive siempre en zonas cercanas al hombre y sobre sustratos duros y muy soleados. En muros, roquedos, paredes, casas viejas y jardines.

Lagartija colirroja, en suelos blandos

Con su cola roja y larga es inconfundible. Pero su hábitat la delata. Ocupa suelos arenosos, dunas, playas, prados o estepas con matorral muy disperso y suelos blandos. También aparece en la montaña pero siempre ligada a arenales de los que se generan cuando la piedra caliza se disgrega. Aprovecha las huras de conejo para vivir. Es inconfundible.

Lagartija colilarga. De bosque y matorral

Es la lagartija que tiene la cola más larga y con dos franjas amarillas laterales. Ocupa los ecosistemas forestales. La encontrará usted en todo tipo de bosques, jarales, dehesas y entre el matorral en general.

Ponga una lagartija en su vida

Lejos de ser peligrosas o causar problemas, las lagartijas son animales asustadizos, inofensivos y muy beneficiosos. Si tiene usted un jardín o una casa de campo le ayudarán a controlar hormigas, arañas y otros insectos molestos. Si tiene usted un huerto, serán su mejor aliado contra las plagas ahorrándole dinero en insecticidas.