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Ruta 18. Río Bermuza. La Cueva de la Fájara (Itinerarios fluviales)

Diputación de Málaga
Poza del río Bermuza. Itinerarios por los paisajes fluviales de Málaga

Ruta 18. Río Bermuza. La Cueva de la Fájara (Itinerarios fluviales)

Rutas A pie Fluvial
Dificultad - Media
Acceso -

La ruta tiene un punto de partida fácilmente localizable, en este caso el mismo casco urbano de Canillas de Aceituno, pueblo blanco de la Axarquía situado a los pies de Sierra Tejeda. Dos preciosas carreteras de montaña acceden hasta esta población. Desde Vélez Málaga (A-356), al norte, se llega por la sinuosa MA-4106, transitando por el interfluvio del barranco de Almanchares y río Bermuza. Desde el este, proveniente de la convecina Sierra Almijara, se hace lo propio por la MA-4105, vial que se ciñe, después de pasar por las mudéjares poblaciones de Salares y Sedella, a las encrespadas laderas de Sierra Tejeda. Para estacionar el vehículo, seguimos la travesía y viramos en la contigua avenida de Andalucía, donde se oferta un aparcamiento libre. El inicio del recorrido se halla en el carril asfaltado (Canillas de Aceituno-Alcaucín) que se deriva de la glorieta de entrada por la MA-4106.

Duración - 1:00 horas
Longitud - 2400 Km
Rutas

Enfilamos el carril asfaltado que se deriva de la rotonda de entrada a Canillas de Aceituno por la MA-4106, bordeando y dando vistas a las altas cotas de la cara norte de Sierra Tejeda. Después de caminar algo más de un kilómetro, a la derecha tomamos un sendero que penetra en el pinar y aprovecha el trazado de una vieja acequia. Tras vadear el arroyo del Nícar, normalmente seco, emprendemos una fuerte bajada trazando varias lazadas. Acaba el descenso en el cauce del río Bermuza, posiblemente seco o con escaso caudal.

A no mucha distancia, aguas arriba, confluyen los barrancos de la Cueva de Don Pedro y de los Tajos Lisos, fuertemente encajados entre altivas paredes verticales. De hecho, el segundo arroyo cuenta con las instalaciones pertinentes para su descenso deportivo, con rapeles que superan los 30 m de caída vertical. Bajo uno de los tajos de la margen derecha habrá llamado nuestra atención una oquedad llamada Abrigo de las Abejas, usada como redil ganadero. Por debajo de esa covacha, delatado por unos almeces (Celtis australis) y envuelta por una feraz vegetación, se halla la cueva de la Fájara.

Seguimos brevemente el curso aguas abajo y abandonamos el sendero por donde discurre el GR-249. Al llegar a una alberca, atisbamos el nacimiento del Bermuza. Se trata de la surgencia por donde manan las aguas del acuífero de Sierra Tejeda. Desde un primer momento, parte del caudal se retira por un canal de riego que, precisamente, utilizaremos para avanzar. En épocas pródigas en precipitaciones, esta cueva sufre el fenómeno de “Trop plein”, o lo que es lo mismo, revienta el manantial produciendo un estruendoso ruido.

Ahora pasamos una portilla y avanzamos por la acequia, profusamente rodeada de flor de la viuda (Trachelium caeruleum). Para desgracia nuestra, el vallado que rodea la toma impide sacar una foto decente a la cascada que precede al nacedero. A continuación, progresamos unos 300 m hasta llegar a una finca cercada que nos obliga a tomar un sendero a la izquierda. Descendemos entre cultivos de aguacates y pasamos junto a las ruinas del Molino Alto, dedicado antaño a la molienda de trigo. Metros más abajo, un precioso puente empedrado cruza el Bermuza, en el lugar donde se precipita una cascada en una idílica poza cristalina. Merece la pena descansar un rato en este privilegiado vergel, frecuentado por la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) y el ruiseñor (Luscinia megarhynchos). Aquí acaba la ruta, pero se podría continuar la vereda y afluir a la pista que une Canillas de Aceituno con Alcaucín.

Flora

Margas, esquistos, gneis, pizarras, filitas y otras rocas de tipología silicea admiten la evolución de un denso bosque en galería, con las referidas adelfas además de  sauces (Salix pedicellata), álamos (Populus alba), higueras (Ficus carica), carrizos (Phragmites australis), juncias (Cyperus rotundus), cañas (Arundo donax), eneas (Thypa angustifolia), juncos (Juncus acutus), helechos de acequia (Pteris vittata), colas de caballo (Equisetum ramosissimum), etc.

Fauna

Igualmente, los anfibios se adaptan perfectamente al medio y hallamos elementos tan singulares como el sapo de espuelas (Pelobates cultripes), el sapo corredor (Bufo calamita), la salamandra común (Salamandra salamandra) o el gallipato (Pleurodeles waltl). Completan la nómina algunos reptiles como la culebra de collar (Natrix natrix) y el mimético camaleón (Chamaeleo chamaeleon). El grupo de los peces, como en todos los ríos tejedenses, es escaso; aquí se citan al barbo gitano (Barbus sclateri) y a la anguila (Anguilla anguilla).