Jibia (Sepia officinalis)
ene | feb | mar | abr | may | jun | jul | ago | sep | oct | nov | dic |
IDENTIFICACIÓN
Es un molusco invertebrado, no presenta concha, pero por el contrario posee un sepión (especie de concha interna), cubierta por el manto. La jibia posee un cuerpo robusto, aplastado y rodeado de tentáculos. El contorno del manto presenta dos expansiones laterales en forma de aleta, a modo de faldones, que le permite nadar pausadamente. Presenta dos tentáculos más largos y retráctiles, y terminados en una maza, estos tentáculos retráctiles los utiliza para cazar. Puede alcanzar hasta los 40 cm.
DÓNDE VIVE
Se trata de una especie bentónica, es decir que se encuentran ligadas al fondo donde encuentran sus presas, además en sus desplazamientos rara vez se alejan de él. Al igual que otros cefalópodos tiene capacidad mimética, cambiando de color en función a su entorno. Cuando se siente en peligro es capaz de emitir chorros de tinta, que despistan y aturden a sus depredadores. Ocupa especialmente fondos arenosos donde se entierra. Alcanza los 430 m de profundidad.
CÓMO VIVE
La fecundación es interna, el macho introduce un tentáculo especial dentro del manto de la hembra, y deposita el esperma. Tras el apareamiento que tiene lugar en invierno, las hembras se dirigen a aguas someras para la puesta, que tiene lugar en primavera. La hembra pone hasta 1000 huevos sujetos a piedras y conchas. Se alimenta fundamentalmente de crustáceos y pequeños peces.
DÓNDE SE VE EN MÁLAGA
En Málaga sus poblaciones están muy extendidas. Es habitual encontrar sus restos en la playa, la concha interna de la jibia que parece una pequeña barca de color blanco.
CURIOSIDADES
Es un depredador del bentos, por lo que juega un importante papel en la red trófica. Es muy apreciado en gastronomía local.
El nombre específico “officinalis” hace referencia al uso del sepión de esta especie en la farmacopea.
La concha de estos animales es muy valorada por los dueños de canarios y aves similares como fuente de calcio.
ESPECIES SIMILARES
Ejemplares juveniles se pueden confundir con el choquito (Sepia elegans), se puede diferenciar por las dos expansiones laterales en forma de aleta en el contorno del manto.