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Ruta 13. Arroyo de Chaperas. Entre pinos y lagares (Itinerarios fluviales)

Diputación de Málaga
Lagar de Torrijos. Montes de Málaga. Itinerarios por los paisajes fluviales de Málaga

Ruta 13. Arroyo de Chaperas. Entre pinos y lagares (Itinerarios fluviales)

Rutas A pie Fluvial
Dificultad - Baja
Acceso -

La pista forestal que nos lleva a Torrijos, punto de inicio del recorrido, emana de la popular carretera de los Montes (A-7000). Aunque el inicio de este vial se halla en la propia ciudad de Málaga, lo más cómodo es tomar la salida 244 de la A-7 (Circunvalación de Málaga. Ronda Este) y seguir las calles de la Era, Camino de los Almendrales, Olletas y Camino de Colmenar. Después de pasar junto a la famosa Fuente de la Reina y coronar el puerto del León (900 m), hallaremos entre los puntos kilométricos 13 y 14 el desvío al ecomuseo-lagar de Torrijos. En la trasera del edificio, existe un espacio para aparcar.

Duración - 3:00 horas
Longitud - 4500 Km
Rutas

Desde el lagar de Torrijos bajamos por unas escalinatas hasta la zona recreativa, perfectamente dotada de todo lo necesario para pasar una agradable jornada de campo. Poco después, un sendero atraviesa la zona destinada a la acampada libre autorizada y cruza por un puente rústico el arroyo de Chaperas. En adelante caminaremos junto al cauce, bien protegido por álamos blancos (Populus alba) y otras especies identificadas por unas tablillas informativas. Tras un corto trecho, franqueamos otro puente y desembocamos en un carril procedente del ecomuseo. Doblamos a la derecha, en suave bajada, entre la fronda de pinos cortejada de abundantes madroños (Arbutus unedo).

El arroyo de Chapera, que lo llevamos a nuestra derecha, cada vez fluye más hendido en el terreno, dejando entrever en algún tramo un cauce pedregoso formado por filitas y calizas alabeadas, muy típicas en la cuenca del Guadalmedina. En las vegas más propicias descubrimos algunos olivos (Olea europaea) y almendros (Prunus dulcis) enmascarados en la vegetación natural, como testigos de un tiempo pasado. Las masas arbóreas y el sotobosque, rico y variado, garantiza en cualquier época del año una rica avifauna. Destacan sobremanera las pequeñas aves, caso del petirrojo (Erithacus rubecula) y la curruca capirotada (Sylvia atricapilla), propias de los meses invernales. Más comunes y fáciles de identificar son el herrerillo común (Cyanistes caeruleus), el pinzón (Fringilla coelebs) y el carbonero común (Parus major). En los troncos de los pinos hemos visto divagar al trepador azul (Sitta europaea) y al agateador común (Certhia brachydactyla).

Pronto pasamos junto a las ruinas del molino de Santillana, que conserva algunas piedras moledoras y el horno. Por encima sube el carril que en el regreso nos conducirá al mirador Martínez Falero. Avanzamos al frente unos 500 m más, hasta llegar a otra bifurcación que nos asoma al lagar de Chinchilla, cuyas ruinas se asientan en una loma elevada. En este punto iniciamos la vuelta por el mismo trazado, siempre en paralelo al Chaperas, envuelto entre quejigos, cornicabras (Pistacea terebinthus), sauces (Salix alba), tarajes (Tamarix africana), gayombas (Spartium junceum) y labiérnagos (Phillyrea angustifolia). En el mirador de Martínez Falero, a poco más de un kilómetro del cruce, podremos comprobar la ingente labor de reforestación llevada a cabo en el pasado siglo XX, complementada con algunas obras de corrección, como la de algunos diques colmatados que hemos visto en tramos anteriores.

De regreso al carril inicial y en adelante apetece disfrutar de los variados insectos que merodean a los jaguarzos (Cistus salvifolius), a las altabacas (Dittrichia viscosa) y a las adelfillas (Bupleurum fruticosum), especialmente mariposas: vanesa (Vanessa atalanta), náyade (Celastrina argiolus), macaón (Papilio machaon), limonera (Gonepteryx cleopatra), etc. Al confluir con el sendero al área recreativa, optaremos por la pista forestal que, igualmente, nos lleva al ecomuseo de Torrijos.

Fauna

Entre la fronda, quizás sorprendamos a la juguetona ardilla (Sciurus vulgaris), acechada por sus depredadores: la sigilosa gineta (Genetta genetta) y el astuto zorro (Vulpes vulpes). El jabalí (Sus scrofa), por su parte, sin enemigos naturales, campa a sus anchas por todo el entorno natural.