Ave de origen africano con hábitos arborícolas. En la provincia ocupa parques, jardines, campos de golf y zonas de cultivo cercanas.

Especie exótica naturalizada y residente durante todo el año en la provincia. Nidifica en huecos de árboles a gran altura y en oquedades de edificaciones. Solitaria durante la reproducción y gregaria el resto del año. Muy agresiva y territorial en la defensa del nido. Una puesta de 3 a 4 huevos. Se alimenta de una gran variedad de frutos y semillas, tanto silvestres como de plantas ornamentales.

Especie menos frecuente en la provincia que la cotorra argentina. Presente en muchos de los jardines y avenidas de la capital y en construcciones abandonadas como el Convento de la Trinidad. También en campos de golf del valle del Guadalhorce y la Costa del Sol. En la Gran Senda está presente sobre todo en las etapas coincidentes con núcleos urbanos costeros (1 a 5 y 30 a 33).

Debido a su agresividad durante la época de cría es capaz de desplazar a especies autóctonas de sus nidos. Especies que utilizan también oquedades para nidificar, como la abubilla o pájaros carpinteros, encuentran problemas cuando coexisten con esta cotorra y ven reducido su éxito reproductor. Este es uno de los grandes riesgos con las especies exóticas y un ejemplo de cómo perjudican a las especies autóctonas.