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Los adolescentes de la provincia perciben que la sociedad es cada vez más tolerante con el consumo de drogas

Diputación de Málaga

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Los adolescentes de la provincia perciben que la sociedad es cada vez más tolerante con el consumo de drogas

Es una de las conclusiones de los talleres escolares de prevención de adicciones impulsados por la Diputación

Cerca de 340 alumnos de diez municipios han participado en la segunda edición de los talleres del 8 de mayo al 7 de junio

Los adolescentes de la provincia perciben que la sociedad es cada vez más tolerante con el consumo de drogas. Es una de las conclusiones que se desprenden de los talleres de prevención en adicciones que la Diputación de Málaga, en colaboración con el Centro Español de Solidaridad de Málaga Proyecto Hombre, ha organizado del 8 de mayo al 7 de junio en una decena de municipios de la provincia con el objetivo de prevenir el consumo de drogas y otras conductas de riesgo, así como problemas derivados como el absentismo y el fracaso escolar, pequeños delitos, agresividad y violencia, que desembocan en graves conflictos personales, familiares y sociales.

Las conclusiones extraídas de los talleres han sido presentadas hoy por el diputado de Deportes, Juventud y Educación, Cristóbal Ortega, junto a la diputada del grupo Ciudadanos en la Diputación, Teresa Pardo, y Belén Pardo Esteban, directora de Proyecto Hombre Málaga, una fundación que lleva dieciséis años realizando intervenciones en el campo de la prevención del consumo de drogas tanto entre la población universal como de riesgo.

Cristóbal Ortega ha explicado que estos talleres son una iniciativa que arrancó el pasado año a propuesta del grupo Ciudadanos de la Diputación con el apoyo del equipo de Gobierno, y que se desarrolló con gran éxito entre estudiantes y profesores. En este sentido, Teresa Pardo ha manifestado la satisfacción del grupo Ciudadanos porque se haya vuelto a ampliar esta línea de trabajo para combatir un problema que “nos gustaría que no existiese”, pero que, como ha señalado la directora de Proyecto Hombre, continúa siendo “una alarma y un drama familiar en muchos hogares” a pesar de estar muy invisibilizado. Por eso, la directora ha expresado su agradecimiento a la Diputación por estar al servicio de las necesidades de la población y por dar prioridad a todos esos problemas que se deben visibilizar.

En este mismo sentido se ha expresado Teresa Pardo, que ha manifestado que es necesario que las administraciones y el tejido asociativo de la provincia trabajen conjuntamente para desarrollar iniciativas al servicio de los jóvenes “porque todo problema social parte de una base educacional”.

En esta segunda edición, los talleres se han celebrado en Cómpeta, Benamargosa, Benalmádena, Villanueva de Algaidas, Gaucín, Algatocín, Riogordo, Villanueva de la Concepción, Marbella y Vélez-Málaga, y han contado con la participación de un total de 339 alumnos de entre 10 y 16 años. Como en la primera edición, los cursos han sido impartidos por profesionales de Proyecto Hombre que, trabajando tanto con los alumnos como con sus profesores, y mediante una metodología basada en la participación y la cooperación, han tratado de reforzar competencias para la vida tales como la autoestima, las habilidades sociales, la gestión emocional, el pensamiento crítico, la clarificación de valores, o la gestión del ocio y el tiempo libre, entre otras.

Además, se han realizado cuestionarios que han permitido extraer conclusiones sobre la percepción que los jóvenes tienen sobre el consumo de drogas; conclusiones que ponen de manifiesto que, aunque la prevención escolar cobra especial importancia al ser la pre-adolescencia y la adolescencia etapas de riesgo, la prevención es más eficaz como parte de un programa completo que se desarrolle a lo largo del último ciclo de Primaria y de toda la Secundaria.

“Consideramos que todo problema de prevención no puede ser algo puntual, sino constante, continuo y permanente”, ha subrayado Teresa Pardo.

Según los datos del Plan Nacional Sobre Drogas 2014-2015, es en la adolescencia cuando se producen los inicios del consumo. Existe una normalización en cuanto al consumo de cannabis y alcohol; en el caso del alcohol, muchos adolescentes se inician en la familia. En cuanto al tabaco, la visión de la sociedad está cambiando y esto redunda en una reducción de su consumo, pero, en general, los adolescentes parecen percibir que ha aumentado en la sociedad la aceptación del consumo de drogas, una percepción susceptible de traducirse en un incremento del consumo por parte de los jóvenes.

Los principales motivos por los que los jóvenes se inician en el consumo, según han manifestado en los talleres, son la curiosidad y la búsqueda de sensaciones nuevas, así como el ocio asociado al grupo social. Los jóvenes sienten, según ellos mismos, mayor sensación de pertenencia al grupo cuando consumen.

Son precisamente aquellos adolescentes que asocian el ocio a pasar el tiempo con amigos y en fiestas los que consumen algún tipo de sustancia, mientras que aquellos que diversifican su tiempo de ocio y realizan algún tipo de deporte presentan menores índices de consumo.

En cuanto a los riegos derivados del consumo, los adolescentes sienten una elevada percepción de los mismos, aunque es mayor la percepción del riesgo entre aquellos que nunca han consumido que entre quienes sí lo han hecho. Conocen asimismo los efectos de las sustancias, conocimiento que no supone un repulsivo a la hora de consumirlas.

Todos estos datos ponen de manifiesto la necesidad de anticipar acciones preventivas integrales destinadas a evitar que los jóvenes lleguen a probar las drogas o a retrasar la edad de inicio en el consumo y su posterior consumo regular o abusivo, ya que se produce una reacción inversamente proporcional entre edad y posibilidad de que se desarrolle una escalada en el consumo: a mayor edad, menor vulnerabilidad y mayor posibilidad de que se produzca una relación responsable con las sustancias o de que no se produzca la relación en ningún momento.