Exposición Concha Casajús. 'Ensoñación'
Un espacio para la ensoñación… África
África ocupa prácticamente una cuarta parte de la tierra, incluye una gran variedad de etnias, idiomas, formas de vida y pensamiento que corresponden a periodos cronológicos y culturales que van desde la prehistoria hasta el siglo XXI. Motivos por los que a muchos africanos no les agrada que hablemos de África en general, como si fuera un todo indiferenciado.
Sin embargo, para muchos de los occidentales, la palabra África es capaz de despertar nuestra imaginación, de trasladarnos a una Naturaleza desbordante, a territorios salvajes, inexplorados, al encuentro con la aventura y con lo desconocido; una palabra con capacidad para evocar sensaciones y sentimientos.
Al tiempo, la prensa suele enseñar la faceta más oscura de la realidad subsahariana caracterizada por el hambre, la enfermedad, la pobreza extrema, la violencia, la guerra, los cataclismos naturales y el miedo. Pero es mucho más que lo que nos presentan los periódicos, existen diferentes culturas absolutamente desarrolladas, conviven pacíficamente las religiones, predomina la solidaridad, el respeto y una serie de valores humanos, familiares y sociales que en occidente se están perdiendo. África siente y África ríe y se transforma por el contacto con la cultura de los blancos.
Un continente que funde lo bello y lo terrible, capaz de atrapar a los espíritus románticos.
Durante unas cuantas décadas he recorrido y fotografiado a la poderosa, joven, vital y amada África subsahariana, llegando a la conclusión de que cuanto más deambulas por ella menos sabes, pero que en el misterio y en lo inexplicable reside en gran medida su fuerza y su atractivo.
Las imágenes que constituyen esta exposición corresponden con una visión personal de la realidad. Una visión que elude esa cruda realidad marcada por duros contrastes como belleza-horror, razón-emoción, luz-oscuridad, para moverse en el ámbito de lo translúcido, de lo sutil, de lo que oculta y muestra como la niebla.
Imágenes poéticas, un tanto irreales en su realidad.
Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia